domingo, 4 de abril de 2021

"Éste es el día en que actuó el Señor: sea nuestra alegría y nuestro gozo"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


La salvación aceptada por la fe es una de las causas mas profundas de la alegría humana... El mundo está siendo transformado por la fuerza poderosa de la victoria de Cristo sobre la muerte, y tenemos los creyentes que llevar este anuncio, proclamar esta dicha, compartir esta gracia...

La dirección de nuestra vida debe cambiar de rumbo, a la luz de este acontecimiento; aprendamos la lección en estos hechos que hablan otro lenguaje, sin duda, pero contienen una verdad que conocer, una esperanza que saborear, un don que agradecer...

No se exhibe el resucitado a quienes le dieron muerte, tampoco a los suyos que quedaron confusos en su decepción... Jesús reaparece discretamente entre los suyos, donde mismo habían convivido con él, llevándoles ahora donde antes no eran capaces de llegar... iluminemos su misma palabra, que ya hemos tantas veces escuchado, con esta luz nueva, hasta que sea certeza en nosotros, y nos haga testigos de que esta verdad,  ¡¡vive, después de morir!!, y está con nosotros mientras vamos de camino, alentándonos a acercar el Reino al presente... El amor es el germen de vida que florece en cada corazón que cree en Jesús y se deja amar por él, curando en su amor todas sus heridas...

"Dad gracias al Señor porque es bueno,
porque es eterna su misericordia.
Diga la casa de Israel:
eterna es su misericordia. 

«La diestra del Señor es poderosa,
la diestra del Señor es excelsa».
No he de morir, viviré
para contar las hazañas del Señor. 

La piedra que desecharon los arquitectos
es ahora la piedra angular.
Es el Señor quien lo ha hecho,
ha sido un milagro patente" (Salmo 117)...


La oración sigue impulsándonos a la comunión, recordando, como cada día, los enfermos del blog... todos, uno a uno... también sus familias... En la victoria de Cristo queremos dejar cimentada para siempre nuestra esperanza, y seguimos suplicando al cielo, ayudados de la intercesión del Beato Tito, la salud para los enfermos, y un aumento de gracia para todos los que vamos de camino, acercándonos cada día a la fe... -incorporamos hoy a Bárbara García Díaz, que le intervienen mañana de un tumor y la oración de todos le ayudará sin duda a enfrentarse confiada a este momento difícil, con la esperanza de que todo salga bien-... 
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria