jueves, 7 de abril de 2022

"El Señor se acuerda de su alianza eternamente"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Vivimos en un mundo donde todo lo permanente ha pasado a ser temporal e interesado; los pactos se pueden romper, la palabra dada no hay que cumplirla, podemos cambiar de parecer según vayan cambiando nuestras expectativas, y vamos dando a lo subjetivo las riendas, dejando al "disloque" el dominio de nosotros mismos... En este contexto ¿cómo se planta en nosotros la palabra eterna de Dios, y cómo damos validez a sus promesas, veladas por el misterio? ¿cómo cultivamos estas perlas ayudándolas a florecer?...

Le pasaba a los judíos, y nos vuelve a pasar hoy a nosotros... nuestro mundo y nuestra cultura no es terreno favorable para la fe... seguimos arrinconando a Jesús, quitando de en medio todo lo que podría hacerle presente, desmintiendo su palabra, minusvalorando su misterio, e interpretando los hechos descarnados de la realidad, para justificar posturas acomodadas...

Demos espacio a la reflexión coherente y comprometida, que haga de la fe un resurgir en nosotros... Qué bien lo sirve hoy la liturgia, poniéndonos delante el salmo 104 invitándonos con ello a rezar... Necesitamos más que nunca del soporte de la súplica humilde, confiada, apoyada en la comunión de los santos que sostienen nuestro peregrinar, llevando nuestros pasos a la senda segura... Recemos entonces con los cristianos que rezan, y reconozcamos que Dios puede aportarnos al momento presente lo que nos hace falta a todos...

"Recurrid al Señor y a su poder,
buscad continuamente su rostro.
Recordad las maravillas que hizo,
sus prodigios, las sentencias de su boca.

¡Estirpe de Abrhán, su siervo;
hijos de Jacob, su elegido!
El Señor es nuestro Dios,
él gobierna toda la tierra.

Se acuerda de su alianza eternamente,
de la palabra dada, por mil generaciones;
de la alianza sellada con Abrahán,
del juramento hecho a Isaac" (Salmo 104)...


Que nuestro recuerdo diario por los enfermos del blog... todos, uno a uno... también sus familias... llegue al cielo por la intercesión del Beato Tito y nos alcance de la misericordia de Dios, la salud, la fortaleza para luchar con esperanza, y la actitud de conversión a la fe, necesaria para hacer milagros, que reflejen la gloria de Dios en medio de la adversidad... Reconozcamos su presencia alentadora y creamos en su amor infinito... pidamos insistentemente por la paz y por todos los que la guerra se las está arrebatando injustamente...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria...