jueves, 28 de diciembre de 2017

"Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad"...

                               
Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


"De pronto, en torno al ángel, apareció una legión del ejército celestial, 
que alababa a Dios diciendo "Gloria a Dios en el cielo,
y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad" (Lc. 2, 13-14).

No nos olvidemos, Jesús -niño recién nacido- es Dios... Lo expresa claramente la revelación, cuando nos dibuja el escenario del anuncio del nacimiento de Jesús... ¡¡los ángeles cantan la gloria de Dios!!... mientras la humanidad "duerme" en la inercia del bullicio, distanciada de lo trascendente por el despiste del consumo y la búsqueda compulsiva de bienestar, por la indiferencia social ante las diversas formas de injusticia que nos invaden; el cielo se abre estremecido y prorrumpe en alabanza y júbilo, por el gesto de humanidad que Dios derrama sobre la tierra, cubriendo con su bondad y misericordia, todos nuestros desvíos...

El cielo no sólo canta la gloria de Dios por desborde de gracia, sino que envía además la paz al corazón de los hombres de buena voluntad -como una enseña-, que abiertos a esta luz, quieren incorporarla a su vivir cotidiano, abriéndose paso entre las propias tinieblas que tanto nos cuesta iluminar...


¡¡No es fácil reconocer, hasta sernos audible, el lenguaje de esta Palabra, que pronunciada sobre la tierra, quiere entablar diálogo con cada uno de nosotros!!... hemos de aprender a reconocer los gestos simples que Dios utiliza para hacerse encontradizo a cada ser humano, en cada instante de la vida... ¡¡es tan expresivo el lenguaje de la navidad!! asombra ver cómo recoge, valorizándolo, todo lo que a nosotros nos pasa desapercibido...

Si despertamos al don de la presencia de Dios, daremos importancia a todo lo que vivimos... el cristiano que alimenta su fe al calor del portal de belén, agudiza de tal manera su sensibilidad, que no será ya nunca más, indiferente a ninguna necesidad del prójimo... 


Unamos nuestra voz a la de los ángeles y demos a Dios gloria... que nunca le falte a nuestra oración la alabanza... la acción de gracias... reconozcamos el poder de Dios, su omnipotencia y su infinita bondad y misericordia... con un Dios como el nuestro !!qué fácil es rezar!! presentarnos ante Él necesitados, y poner ante Él nuestras necesidades es un buen preámbulo para sumergirnos en la confianza...  

Recordémonos unos a otros y recemos en comunión de manera especial por los enfermos del blog... por todos, uno a uno... amparados en la intercesión del Beato Tito, vayamos a Belén a aprender a ser hermanos y "bañar" nuestra fe en el misterio del amor más grande... más humano... más cercano...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria