lunes, 11 de diciembre de 2017

"Vosotros, ¿quién decís que soy yo"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


"Vosotros, ¿quién decís que soy yo?. 
Simón Pedro tomó la palabra y dijo: 
"Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios vivo". 
Jesús le respondió: "¡Bienaventurado tú, Simón, hijo de Jonás!, 
porque eso no te lo ha revelado ni la carne, ni la sangre, 
sino mi Padre que está en los cielos" (Mt. 16, 15-17).

¡Qué dialogo tan entrañable el que provoca Jesús, y qué comprometedor se torna, cuando gira hacia cada uno, haciéndoles sentir en evidencia! "¿Quién dices tú que soy Yo?"... ¡Oportuno momento para ponernos de cara a la fe y responder personalmente!...

No se está Jesús exhibiendo ante sus discípulos ¡todo lo contrario!, está preparándoles para enfrentarse al momento trascendental de la pasión, que está pronta a iniciarse... El discípulo tiene que enfrentarse a la Voluntad de Dios, y ahí, si se es discípulo, sólo cabe la entrega hasta el final -como Jesús-, sin volver la vista atrás, aunque se torne incontrolable... doloroso... dramático... Los caminos de Dios, no caben en la mente humana, y a la vez, son las únicas veredas que conducen a la vida que anhelamos... 


La impaciencia es una tentación muy sutil, de la que nos vemos presa tantas veces... El hijo de Dios tiene que hacer opción firme y decidida por la confianza de corazón... arma poderosa y eficaz con que afrontar el realismo de la vida, asumiendo la cruz de Jesús y la nuestra, como "cayado firme" para hacer la "travesía"...

Ciertamente a esta verdad nos enfrentamos solos... y, no lo olvidemos, no hay más verdad que ésta... de ahí que nos vaya tanto, ¡nos va todo!, en no evadirla, sin antes escucharnos atentamente, y, sin respuestas prestadas, desvelarle nuestro acto de fe, reconociendo en Jesús, a Dios mismo...


Estamos cada vez más cerca de la fe verdadera, y de nosotros depende sumergirnos en ella para siempre... perseverar en la oración es acertar en la búsqueda... Recordemos entonces a los hermanos que caminan por "cañadas oscuras" y alumbremos su camino con la luz de nuestra fe... la de todos en comunión, uniéndonos además a la comunión de los santos, de donde podemos extraer lo que nos falte a nosotros... Pensemos en todos los enfermos del blog... en todos, uno a uno... también en sus familias... y amparados en la intercesión del Beato Tito, miremos al corazón de Dios y pidamos... pidamos la salud para todos ellos y un aumento de gracia santificante que conceda eficacia a la oración de todos... 

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …