domingo, 24 de enero de 2021

"Señor, enséñame tus caminos"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Convertíos y creed en el evangelio, es el eco que nos deja hoy la liturgia apuntándonos al Reino traído por Jesús hasta nosotros, y que en nosotros debemos visibilizar... Está Jesús iniciando su ministerio en estos primeros domingos, una vez terminado el ciclo de navidad, y su planteamiento incluye la propuesta de ir con él, hecha a algunos, haciéndoles cambiar de rumbo... Invitados a ir con él, abrazando una aventura desconocida, sin más garantía que la palabra dada por Jesús... palabra que sin duda, si se escucha desde dentro, se hace irresistible no seguirla, como vemos que le pasó a estos amigos de Jesús, los primeros discípulos del único y verdadero maestro que ha irrumpido en la historia, señalando él mismo, el camino hacia la Vida...   

Desde el año pasado, por iniciativa del Papa Francisco, la liturgia celebra en el III domingo del tiempo ordinario, el domingo de la Palabra de Dios, a fin de que los cristianos tomemos conciencia de la importancia que tiene, para alimento y maduración de la fe, la escucha orante de lo que Dios dice, y como Dios se revela a sí mismo y su misterio, entablando diálogo con cada uno de nosotros, que además por la liturgia y la fe, podemos los creyentes ver actualizar en nosotros...

Incorporemos cada día un pequeño espacio de tiempo en nuestra jornada a la escucha atenta de la palabra de Dios.... conozcamos a Dios en la revelación y aprendamos a vivir como Dios quiere, haciendo camino en su Voluntad... dejemos de inventarnos la fe subjetivamente, y abramos el corazón a la gracia contenida en la palabra viva, eficaz, creadora y recreadora de Dios, que se escucha en nuestro mundo y en nuestra vida, sólo si acercamos el oído a ella, dejándonos que nos toque el alma... Bonita y oportuna oración el salmo 24 para crear en nosotros un actitud adecuada...

"Señor, enséñame tus caminos,
instrúyeme en tus sendas:
haz que camine con lealtad;
enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador. 

Recuerda, Señor, que tu ternura
y tu misericordia son eternas;
acuérdate de mí con misericordia,
por tu bondad, Señor.

El Señor es bueno y es recto,
y enseña el camino a los pecadores;
hace caminar a los humildes con rectitud,
enseña su camino a los humildes" (Salmo 24)...


Recemos humildes, unos por otros, y unamos fuerzas para reforzar la comunión y la fe... Recordemos a los enfermos del blog, peregrinos de la confianza... todos, uno a uno... también sus familias... demos cabida, cómo no, a los contagiados de esta pandemia de coronavirus, que nos azota sin piedad... Miremos al cielo y pidamos la intercesión del Beato Tito, para que nos sintamos socorridos, fortalecidos, ayudados... Que Dios y su misericordia vengan sobre nosotros, como lo pedimos con fe, mientras aguardamos la esperanza en su poder, por su Palabra... 
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria