jueves, 30 de noviembre de 2017

"con su palabra, expulsó los espíritus y curó a todos los enfermos"


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


"Al llegar Jesús a la casa de Pedro, vio a su suegra en cama con fiebre; 
le tocó su mano y se le pasó la fiebre; se levantó y se puso a servirle. 
Al anochecer le llevaron muchos endemoniados; 
él, con su palabra, expulsó los espíritus y curó a todos los enfermos
 para que se cumpliera lo dicho por medio del profeta Isaías: 
"Él tomó nuestras dolencias y cargó con nuestras enfermedades" (Mt. 8, 14-17).

¿Dónde centramos la atención al pararnos ante esta escena de múltiples efectos, que no enfatiza en los protagonistas y que deja pasar la gracia casi sin hacer ruido?... el centro lo ocupa Jesús lógicamente, quien con su palabra y su cercanía va devolviendo a cada uno de los que están ante Él, el remedio a su situación... 

Sería bueno traer al frente a todos esos curados y liberados del mal, y mirar de cerca, qué supondría para cada uno, ese encuentro circunstancial, donde les fue devuelta la salud y la liberación del mal en el que estaban esclavizados...... en el texto dice, "que los llevaron a Jesús"; es decir, no partió de ellos la iniciativa... en cambio sí fue para ellos la gracia...


No es importante la manera, ni la forma en que llegamos a la fe... la acción de Dios es siempre en dirección a nosotros... y en cada rincón del presente se nos acerca el don, para que la gracia pueda surtir su efecto... Eso sí, para remitirnos a la fuente de donde mana, y dejarnos vinculados a ella sin intermediarios, pues el camino después del primer encuentro, es historia personal e intransferible... compartida sí, prestada no...

Todos podemos vernos hoy reflejados en esta palabra y todos podemos pensarla detenidamente a fin de trabajarla para su crecimiento... la adhesión a la fe, si parte de una experiencia profunda... objetiva... real... ella sola motiva e impulsa nuevas vivencias que van haciéndonos cambiar desde dentro, provocando efectos que se amplían al proyectarlo en lo cotidiano... de forma simple... sencilla... pero eficaz... Dios nunca es algo desapercibido, por muy insignificante que sea su expresión en la vida...


Acudamos entonces a la llamada constante del Señor en los gestos simples de cada día... acerquemos a Jesús los hermanos y dejémonos presentar a Jesús por ellos... pongamos en la vanguardia a los enfermos del blog... a todos, uno a uno... -tengamos un recuerdo especial por Carmen Martín, que ha sido hoy intervenida de un tumor en la boca y ayudemos con el impulso de todos, a fortalecerles -a ella y los suyos- en estos momentos... Ángel Pascual que se encuentra mal y tenemos que ayudarle-... sin olvidar cada situación de cada uno de los que están dentro de este dolor, busquemos el amparo, el cobijo y la intercesión del Beato Tito, que tan cerca está, de la Madre y del Hijo... y en la confianza que nos da la fe, miremos al cielo y pidamos en común, la salud para todos, y la gracia para no separarnos nunca de la búsqueda de Dios, en la aceptación plena de sus caminos, que no entendemos, pero de los que no desconfiamos... lo nuestro es peregrinar a la confianza de corazón, porque sabemos que Dios es nuestro Padre y que nos ama infinitamente...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …