martes, 23 de mayo de 2017

Luz que penetra las almas...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Necesitamos acercarnos a la gracia para que nuestra fe se ilumine y descubramos que el Creador y sus criaturas, tienen que vivir en relación, en comunicación, en sintonía... llevando a cabo objetivos reales, con los que abrir caminos de vida que nos saquen de la rutina... de lo puramente material... de una fe cómoda que no despierta la conciencia hasta encontrarse de frente con la Voluntad de Dios, que incluye un proyecto común al que hay que adherirse y que requiere para que se realice, el don de cada uno...

Nos encontramos a mucha distancia de este ideal... siendo la Voluntad de Dios, la única Voluntad que cubre la faz de la tierra, los humanos la convertimos en utopía, por desconexión con nuestro propio centro... optamos por vivir instalados en los niveles más primarios de nosotros mismos -que no hay que anular-, pero sí que, quedándonos en ellos, estamos mutilando lo más valioso que tenemos: nuestra propia dignidad de hijos de Dios, pensados para el Reino y dotados de un alma inmortal... 

Deseemos la presencia del Espíritu... abrámonos a su gracia... dejémonos mover por Él... que su luz nos penetre hasta iluminar nuestra vida y tengamos capacidad para que también nuestra luz alumbre... 

No se recibe el Espíritu si no se desea de veras... el deseo nos mueve a invocarlo, reconociendo todas las mociones que deja impresas en el alma... su Presencia activa en nosotros, es lo que nos permite dar fruto...

Sigamos ampliando la "secuencia de Pentecostés" para ayudarnos a recibir el don de la Pascua, preparando el interior con clima adecuado... susurremos durante el día estos versos, que tienen tanto contenido, porque desgranan la presencia de Dios en el alma... la necesidad que tenemos de ello... y lo que nos aporta si lo recibimos...  


"Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;don en tus dones espléndido".
"Luz que penetra las almas,
fuente del mayor consuelo."


En nuestro camino de confianza, repleto de necesidades que no nos resuelven las cosas de las que vivimos, vamos descubriendo que, acercándonos a la fuente de donde mana el agua viva, nos sentimos más fuertes para luchar... más seguros para seguir esperando... y más decididos a no descolgarnos de la fe en Jesús, que es el alimento de nuestra confianza...

Es la oración el arma que no queremos dejar de usar... la oración conforta, consuela, fortalece y crea lazos de comunión  con los hermanos que hacemos el mismo camino...

Invoquemos al Espíritu Santo, dejemos susurrar nuestro interior con estos impulsos que pone Él mismo dentro de nosotros "luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo"...  Él vendrá y será quien lo realice, si perseveramos y no cejamos en el deseo y la necesidad de vernos habitados por él...



Como cada día, recordemos a nuestros enfermos... uno a uno... recordamos a todos... -tengamos un recuerdo especial por Mari Márquez que no se encuentra mejor de la vista y como sabemos es diabética y está embarazadapara todos pedimos la intercesión del Beato Tito, ante la Madre del cielo y su Hijo, para que le presente nuestras súplicas en gavilla y recibamos la gracia que con tanto empeño esperamos... la salud de nuestros enfermos... el consuelo y la fortaleza, mientras luchamos... la esperanza y la fe para permanecer firmes en esta senda de dolor, abiertos a su Voluntad y confiados como niños en el amor de Dios Padre, hacia cada uno de nosotros...


Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …