sábado, 22 de febrero de 2020

"El Señor es mi pastor, nada me falta"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!

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El salmo 22, donde se sostiene hoy la liturgia, es verdaderamente una caricia al corazón de cada uno, si miramos al cielo descansando en esta Palabra... Digamos cada uno a Jesús, quién decimos nosotros que es Él, y quién es Él, de verdad, para nosotros.. no pasemos de largo ante esta pregunta que la liturgia hace hoy resonar en la Iglesia, al oído de los cristianos que escuchan cada día al Señor, en la búsqueda sincera de ser conducidos por Él, avanzando por la vida a la sombra de su Voluntad...

Jesús da a Pedro una misión, después que éste hace un acto de fe valiente y publico, pero Jesús advierte que la fe del discípulo es pascual, mostrando su propio destino -cada vez más cerca- que pasará por el dolor inexplicable, inmerecido, injusto, donde le llevamos los hombres por el afán de dominar el mundo desde nuestros intereses egoístas, ambiciosos y caprichosos, ostentando ser como Dios, sin serlo, y además, alejándonos por ello de lo que de verdad somos...

¡¡Despertemos!! nos estamos equivocando.... el dolor lo provoca el pecado y sufrimos por prescindir de Dios, queriendo hacer y vivir la vida, a nuestra medida, que de más sabemos, que en cada intento, lo que conseguimos es alejarnos más de donde vamos... Volvamos al Señor, y permitamos que nos pastoree en su rebaño, nos dé a comer sus pastos, y nos lleve a la luz de sus caminos...

"El Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar;
me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara, mis fuerzas;
me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre.

Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú vas conmigo:
tu vara y tu cayado me sosiegan. 

Preparas una mesa ante mí,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa. 


Tu bondad y tu misericordia
me acompañan todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor

por años sin término" (Salmo 22)...

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Vamos, como cada día, a encontrarnos unos con otros y vamos a ayudarnos mutuamente ofreciéndonos nuestras oraciones y acogiéndonos a las oraciones de los demás.... sigamos creciendo la comunión... recordemos a los enfermos del blog... todos, uno a uno... también sus familias... miremos al cielo y pongamos nuestras súplicas ante nuestro fiel intercesor,  Beato Tito..  el cielo sin duda dará respuesta a nuestra fe, mientras nosotros seguimos cultivando nuestra confianza... Dios lo puede... Dios lo hará...
"confiando en el Señor no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …