martes, 10 de diciembre de 2019

"Aquí está nuestro Dios, que llega con poder"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!

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¡¡Bonita manera de invitarnos la liturgia a disponernos a buscar al Señor en adviento!!... El profeta Isaías nos enciende la esperanza llenándonos de consuelo, aunque al oído suene a utopía... La fe tiene mundo propio, y estos dones son su alimento... Los caminos de Dios se recorren con otros pies, otros pasos, y en otros tiempos... pero siempre a la luz del Señor, que es Enmanuel, Dios-con-nosotros...

Lo confirma el evangelio de la  misa de hoy, que una vez más, manifiesta que en Jesús el Padre cumple su Palabra... Por tanto el camino está marcado, y Dios dispuesto a entregarnos sus dones ¡¡eso sí!! se precisa en nosotros las actitudes adecuadas para que Dios actúe... somos nosotros los que damos la eficacia al poder infinito de Dios aunque parezca un disparate...

Preparemos entonces con cariño un camino al Señor en el desierto de nuestra vida necesitada... su Palabra nos dice cómo, «allanad en la estepa una calzada para nuestro Dios; que los valles se levanten, que montes y colinas se abajen, que lo torcido se enderece y lo escabroso se iguale. Se revelará la gloria del Señor, y la verán todos los hombres juntos —ha hablado la boca del Señor—»... Alabemos entonces a Dios por su misericordia con el salmo 95, servido hoy en la liturgia, y rezado por tantos cristianos que creen y viven el adviento acercándose al Señor que viene a sanarnos con su salvación...

 "Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre,
proclamad día tras día su victoria. 

Contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones.
Decid a los pueblos: «El Señor es rey,
él gobierna a los pueblos rectamente». 

Alégrese el cielo, goce la tierra,
retumbe el mar y cuanto lo llena;
vitoreen los campos y cuanto hay en ellos,
aclamen los árboles del bosque. 

Delante del Señor, que ya llega,
ya llega a regir la tierra:
regirá el orbe con justicia
y los pueblos con fidelidad" (Salmo 95)...


Sigamos buscando al Señor en la oración diaria y compartamos la fe, en la bonita experiencia de la comunión… recemos como cada día, unos por otros, centrando la mirada en los enfermos del blog… en todos, uno a uno… también sus familias… que la experiencia del dolor y la enfermedad, nos permitan acercarnos a la Voluntad de Dios sin temor y sin ideas preconcebidas… dispuestos a recibir la gracia de la fe que trasforma, y nos capacita para entrar, hasta permanecer, en la confianza de corazón… Nos acogemos a la intercesión del Beato Tito y le presentamos nuestras súplicas para que la Virgen nos alcance de Jesús, la salud de los enfermos y la gracia de aceptar este camino de dolor, como semilla de esperanza, que por la fe florecerá, para gloria de Dios… -no nos olvidemos de Toñi que está aún siendo intervenida para que alcancemos esta gracia del cielo y podamos dar gloria a Dios agradecidos de su misericordia-...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …