lunes, 23 de noviembre de 2020

"Esta es la generación que busca tu rostro, Señor"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Aparece hoy una figura en el evangelio, diminuta, discreta, irrelevante, que sin Jesús nunca hubiera salido de su anonimato... lo ojos de Dios miran en otra dirección, y  cuántas cosas que no sabemos, quedan recogidas en el libro de la vida, que no aparentaron ser lo que eran, ni fueron tasadas en su verdadero precio...

Ayer mismo, la Palabra de Jesús, subrayaba la importancia de esta actitud, que dejamos fuera de juego tantas veces, mentalizados por las corrientes de turno, competitivas, egoístas, centradas en el bienestar sin control, sin más norte que conseguir metas que suelen acabar en nosotros mismos y lo nuestro...

El final del año litúrgico tiene como objetivo enfrentarnos a la realidad de que también nosotros llegaremos un momento al final del trayecto, y el fruto de nuestra semilla dependerá del cultivo de nuestra propia tierra, que ojalá hayamos labrado en el tiempo, con la gracia, y a la luz de la fe, dando valor a lo importante, y poniendo empeño en lo que a Dios le importa... Sería un buen preámbulo para disponernos, rezar con sentido, el salmo 23, recogido hoy en la liturgia...

 "Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el orbe y todos sus habitantes:
él la fundó sobre los mares,
él la afianzó sobre los ríos.

¿Quién puede subir al monte del Señor?
¿Quién puede estar en el recinto sacro?
El hombre de manos inocentes y puro corazón,
que no confía en los ídolos. 

Ese recibirá la bendición del Señor,
le hará justicia el Dios de salvación.
Esta es la generación que busca al Señor,
que busca tu rostro, Dios de Jacob" (Salmo 23)... 


Recordando a los enfermos del blog... todos, uno a uno... también sus familias... los nuevos infectados de nuevo de covid 19... los que ya padecen la enfermedad... también los que van partiendo sin previo aviso... sus familias... Miremos al cielo suplicantes esperando la misericordia de Dios, que a veces, no valoramos ni deseamos lo suficiente, cuando también Él pide algo de nosotros... Que la intercesión del Beato Tito nos alcance de la misericordia de Dios las gracias que insistimos en pedir y que nos atrevemos a esperar de la bondad infinita del buen Dios, nuestro Padre...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria