lunes, 16 de noviembre de 2020

"Al vencedor le daré a comer del árbol de la vida"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


El grito que atraviesa hoy la liturgia en labios de aquel ciego al paso de Jesús, pidiendo socorro, es una oración preciosa que podemos hacer todos, si tenemos certeza en el alma de que Dios lo puede todo, y en su luz podemos iluminar nuestras cegueras... Atrevámonos a pedir a Jesús la luz del alma, la fe, ¡¡a gritos!!, sin respetos humanos... no podemos vivir a oscuras, sentados al borde del camino, sin saber qué y quién está a nuestro lado...

Llevemos ante Jesús ¡¡no  lo impidamos!! a tantos que gritan con ansias "¡¡Jesús, Hijo de David, ten piedad de mi!!", y dejémonos, también, llevar, dócilmente, si somos nosotros los que gritamos... Ojalá escuchemos ante Él "¿qué quieres que haga por ti?" y consistamos con nuestra actitud a que lo pueda hacer... El paso definitivo es el grito de la fe, que traspasa el barullo, clamando a Dios, su poder y su misericordia...

Dichosos nosotros si ponemos nuestra vida en las manos de Dios, entregados sin resistencia a la confianza de corazón... El salmo 1, lo reza hoy en la liturgia, marcándonos la ruta segura a que nos conduce la Palabra de Dios...

"Dichoso el hombre
que no sigue el consejo de los impíos,
ni entra por la senda de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los cínicos;
sino que su gozo es la ley del Señor,
y medita su ley día y noche. 

Será como un árbol,
plantado al borde de la acequia:
da fruto en su sazón
y no se marchitan sus hojas;
y cuanto emprende tiene buen fin. 

No así los impíos, no así;
serán paja que arrebata el viento.
Porque el Señor protege el camino de los justos,
pero el camino de los impíos acaba mal" (Salmo 1)...


Pensamos en los enfermos del blog, como cada día... en todos, uno a uno... también sus familias... los que aún están cogidos por la pandemia y se debaten en superarlo... y los que atravesaron el tiempo y descansan en el amor de Dios, infinito y providente, que escribe derecho con renglones torcidos, y tiene planes que no sabemos, pero que son siempre para un bien mayor... Pedimos la intercesión del Beato Tito para suplicar la salud de todos y un aumento de gracia que nos impulse a la conversión sincera y comprometida, porque vivir es un don y una responsabilidad, y Dios merece que nos lo tomemos en serio, porque todo es para bien de todos...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria