miércoles, 20 de mayo de 2020

"Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!

Sal 148,1-2.11-12.13.14


El Espíritu es quien ilumina la fe y amplía el conocimiento de los misterios de Dios al alma, vinculándonos a la presencia del resucitado, permitiéndonos vivir como discípulos de Jesús y apóstoles del Reino, en la escuela de la vida...

Quedamos siempre expuestos a las propuestas de la mentira, los engaños del demonio, el deseo insaciable de omnipotencia, pretendiendo dominar la existencia y asegurarnos la felicidad de manera placentera, inmediata y superficial, y no es posible; vamos siempre de afán en afán, y con resultados frustrantes, porque la vida no puede nunca cubrir nuestras expectativas... nuestro germen es eterno y esta referencia ha de aflorar a nuestra conciencia, y hemos de incorporarla a nuestro vivir cotidiano, para hacernos humanos, solidarios, fraternos...

Vivir será siempre una oportunidad única para bien común, y lo natural que será la base, sin alma es imposible... Jesús nos advierte que la presencia del espíritu es determinante para elevar el plano de mirada para actuar, y en su Palabra nos da las pautas para que sea posible en nosotros... Pidamos el espíritu... deseemos el espíritu... dispongámonos a ser habitados por su presencia creadora, regeneradora, trasformante... no olvidemos la alabanza que da consistencia a la fe, y la gracia que es quien la atrae hasta nosotros....

"Alabad al Señor en el cielo,
alabad al Señor en lo alto.
Alabadlo todos sus ángeles;
alabadlo todos sus ejércitos.

Reyes del orbe y todos los pueblos,
príncipes y jueces del mundo,
los jóvenes y también las doncellas,
los ancianos junto con los niños. 

Alaben el nombre del Señor,
el único nombre sublime.
Su majestad sobre el cielo y la tierra. 

Él acrece el vigor de su pueblo.
Alabanza de todos sus fieles,

de Israel, su pueblo escogido" (Salmo 148)...


Fortalezcamos la comunión, porque ella es un reclamo de la intercesión... nos necesitamos todos para atravesar este mar embravecido.... pensemos en nuestros enfermos que siguen luchando su batalla cada día... uno a uno... también sus familias... pero, lógicamente seguimos sumando el dolor del momento presente en tantos hermanos y hermanas que se ven sorprendidos por los efectos de esta pandemia en propia carne... Miremos al cielo con fe, seguros de que Dios está a nuestro lado y su gracia nos sostiene y nos socorre... Acudimos, como cada día, al Beato Tito para apoyarnos en su intercesión y pedirle su valiosa ayuda... Que el cielo derrame sobre nosotros la misericordia que necesitamos y suplicamos con fe, humildes, insistentes, perseverantes...
"confiando en el Señor, no me he desviado"

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria