sábado, 20 de noviembre de 2021

"Gozaré, Señor, de tu salvación"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


El evangelio de hoy nos enfrenta a la realidad de la vida eterna, donde los lazos con que vamos a quedar unidos a los que amamos, serán distintos de los que tenemos ahora; y es bueno que nos abramos a la luz que Jesús nos acerca, para que vayamos acogiendo la verdad desvelada y revelada en su Palabra, disponiendo cada día el corazón a ella...

Hay vida eterna, después de morir estaremos resucitados; seremos hijos, todos, del mismo y único Padre... de ahí, que sea importante descubrir y reconocer esta verdad, para que nos vayamos acercando a ella mientras vivimos, dejando entrever el Reino que Jesús ha venido a traer a la tierra con su venida...

Recemos con la liturgia, agradecidos, el salmo 9, reconociendo a Dios, Señor de todos, alegrándonos en él, y dando gloria en nosotros a su nombre...

"Te doy gracias, Señor, de todo corazón,
proclamando todas tus maravillas;
me alegro y exulto contigo
y toco en honor de tu nombre, oh Altísimo. 

Porque mis enemigos retrocedieron,
cayeron y perecieron ante tu rostro.
Reprendiste a los pueblos, destruiste al impío
y borraste para siempre su apellido. 

Los pueblos se han hundido en la fosa que hicieron,
su pie quedó prendido en la red que escondieron.
Él no olvida jamás al pobre,
ni la esperanza del humilde perecerá" (Salmo 9)...


Pidamos por nuestros enfermos... todos, uno a uno... también sus familias... acudimos, como cada día, a la intercesión del Beato Tito, para que con la Virgen, acerque nuestras súplicas a Dios, y el cielo nos devuelva en gracia lo que pedimos en la confianza de corazón ¡¡arma de los pequeños!!... Que seamos valientes para defender la fe y la Palabra de Dios, seguros de que acertamos al elegir, y recogeremos cosecha abundante de nuestra siembra esperanzada...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria...