viernes, 25 de agosto de 2017

"contra la pereza, diligencia"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


También el vicio de la pereza, se puede combatir con la virtud contraria, que es "la diligencia"...  no es la diligencia una actitud estridente, ni rígida ¡¡todo lo contrario!! la persona diligente cumple con su deber... elabora su escala de valores, que ordena hacia un objetivo real, concreto, y se mueve en esos raíles de forma dinámica, constructiva, eficaz...

El diligente se impone al vivir una disciplina, distendida, flexible, pero que le acerca a la conquista de lo propuesto... cuida su ocio, porque sabe que el tiempo es el verdadero aliado que nos acompaña, mientras nos perdemos en lo eterno...

Con estas disposiciones, la persona diligente pone alma a su actuar y se sorprende mientras vive, buscando otros contenidos más consistentes, más perdurables que desembocan en hallazgos que guardan nuevas búsquedas, haciendo apasionante la vida y el vivir...


Es bonito encontrarnos con la fe mientras vamos de camino por el bien hacer... nos incita esta gracia a despertar a las necesidades de los otros y ampliamos el horizonte de nuestra entrega... afinamos la percepción y damos cabida a otra riqueza mayor, que genera en sí misma otros bienes ¡¡los que valen de veras!!... ¡¡son las cosas que nos permiten acertar en la vida!!

Vivir en el vicio no satisface... empeñarnos en la virtud también puede crear en nosotros "dependencia"... seamos de los que saben elegir y pongamos los pies en caminos seguros...


Miremos al cielo ¡¡expresemos nuestra necesidad de ser socorridos!! recemos unos por otros que es la mejor manera de ayudarnos... recordemos a los enfermos del blog... a todos, uno a uno... también a sus familias... acudamos a la intercesión del Beato Tito y aguardemos confiados la hora de Dios para cada uno... sus caminos son de paz, transidos de amor...

Hoy tenemos el alma empañada por el dolor, al despedir para siempre a Fátima Díaz, miembro de nuestro blog... sufrimos con los suyos y nos comprometemos a seguir rezando por ellos, que tienen que hacer frente a esta tremenda situación... el dolor nos invade y nos acunamos en la confianza para que el actuar de Dios no nos haga sentir derrumbados, sino que nos demos cuenta una vez más que Dios conduce la historia y sabe cómo mueve los hilos en cada momento... Él no se equivoca, aunque tardemos en comprenderlo... Él nos ama y nos debemos de fiar de Él siempre...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …