miércoles, 21 de noviembre de 2018

"Santo, Santo, Santo es el Señor, soberano de todo"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


"Todo ser que alienta alabe al Señor" (Salmo 150)...

Hoy en la Iglesia, a través del salmo 150, proclamado en la liturgia, resuena la alabanza colectiva a la que se une todo lo creado y redimido... Este salmo nos pone de manifiesto la Soberanía de Dios, y trae hasta nosotros la realidad última a la que adherirnos poniendo pies en la creación, reflejo del desborde de la misma gloria de Dios, de la que somos parte, y a la que debemos vivir vinculados, remitiéndonos así al cielo, desde ese don efectivo y operante de la comunión de los santos, permitiendo a Dios, ser y estar, TODO en todos...

La alabanza nos enriquece, nos dispone a la acción de gracias y a la fe, cediendo nuestras ambiciones a su poder, nuestros deseos últimos a su Voluntad, y nuestra confianza a su amor infinito... 

A punto de concluir el año litúrgico, la Iglesia pedagógicamente nos acerca a la consoladora realidad del cielo con la que cada día acortamos distancia aunque nos cueste tanto asumirlo... Si el ser humano descubre mientras va de camino el actuar de Dios, Creador, Padre, Redentor; la alabanza será la verdadera expresión de la fe, y la confianza, el latir del corazón que se cobija en su obrar admirable, con respeto, asombro, silencio y admiración...

¿Quiénes somos nosotros para enfrentarnos a la soberanía de Dios pidiéndole explicaciones?... la confianza purifica nuestra dignidad y nos capacita para recibir los dones de Dios y multiplicarlos a nuestro paso por el tiempo, dándolo a conocer a los demás y poniéndolos a su alcance para que descubran qué bueno es el Señor y cómo sus caminos nos motivan a la alabanza y la gratitud...


Acudamos al Señor; presentémosle nuestras súplicas, y recordemos en su presencia a los enfermos del blog... todos, uno a uno... también sus familias... mirando al cielo y ayudados de la intercesión del Beato Tito, imploramos confiados la salud para todos y mantenemos la espera, acunados en la gracia y la fe, que nos fortalecen y nos ayudan a renovar la esperanza, porque Dios ha hecho promesas que se cumplirán...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro - Ave María - Gloria...