martes, 26 de mayo de 2020

"Reyes de la tierra, cantad a Dios"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!

Reyes de la tierra, cantad a Dios”… – POR LA INTERCESIÓN DEL BEATO ...

Vemos hoy en el evangelio a Jesús recogiendo el recorrido de su vida, mostrándole a su Padre la entrega a la misión encomendada, que ahora seguirán los suyos... y conforta ver cómo queda Jesús vinculado a los discípulos, sus amigos, que le vemos hoy rezar por ellos, conocedor de las acechanzas del mal y sus controversias, para seguir propagando el bien desde la dimensión de la fe... es cierto que el acontecimiento de la Pascua da un giro a la vida y al mundo, quedando todo movido, o mejor, removido de raíz, porque ya hay otro espacio donde mirar, otros objetivos que alcanzar, y otros fines para los que vivir...

Ahora que nuestro mundo ha sido sacudido de forma imprevista e inesperada, y le estamos viendo las orejas al lobo, ¿qué lección nos queda de esta pandemia?... Contrastemos la realidad a la luz de Jesús y caigamos en la cuenta de lo urgente que es vivir, para lo qué hemos venido a la vida... Estamos a la espera de un nuevo Pentecostés, y el espíritu es la gran promesa entregada a la Iglesia para mantener en cada cristiano, la fe, la esperanza, y el amor, hasta que por fin dejemos aparecer el Reino ente nosotros, avanzado todos en la misma dirección; porque no lo olvidemos, la vida es camino al cielo... no pretendamos instalarnos aquí, porque somos peregrinos, y el corazón del peregrino, vive ansiando alcanzar la meta a donde va...

Pidamos el espíritu... deseemos encender nuestra llama en su luz y creamos la Palabra de Jesús, para poder traspasar las trabas impuestas a la vida, que tanto duelen y desorientan, si nos enfrentamos a ellas sin alma... Sigue el salmo 67, marcando el ritmo de la alabanza, en respuesta a la Palabra entregada hoy a la liturgia, para que la liturgia la actualice en cada uno, y alimentemos con ello la fe...

"Derramaste en tu heredad,
oh Dios, una lluvia copiosa,
aliviaste la tierra extenuada
y tu rebaño habitó en la tierra que tu bondad,
oh Dios, preparó para los pobres. 

Bendito el Señor cada día,
Dios lleva nuestras cargas,
es nuestra salvación.
Nuestro Dios es un Dios que salva,

el Señor Dios nos hace escapar de la muerte" (Salmo 67)...

José Manuel Delgado på Twitter: "Dios lleva nuestras cargas. Salmo ...

Sigamos en el empeño de ayudarnos a avanzar por el camino seguro de la confianza... pensemos unos en otros y recordemos todos a los enfermos del blog... que estén todos, uno a uno... también sus familias... sin olvidarnos de ninguno, tampoco de los infectados por la pandemia y los que no lo han podido superar... igualmente sus familias... Miramos al cielo, al amparo de la intercesión del Beato Tito, que sin duda el cielo nos devolverá en gracia el fruto de nuestra fe.. humilde... insistente... perseverante... Confiar es dejarse amar en la voluntad de Dios, sabiendo que Dios nos ama más que nosotros mismos... el Espíritu nos puede dar a conocer estas gracias, que dan certezas al alma, mientras vamos de camino...

"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria