miércoles, 26 de febrero de 2020

"Misericordia, Señor: hemos pecado"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!

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Inicia hoy la liturgia una ruta que quiere llevarnos al Señor, haciéndonos propuestas de conversión, llamándonos con ello a la coherencia... estrenamos cuaresma... 

El planteamiento en la vida a la hora de asumir valores y retos, es determinante, y la Palabra de Dios, toma el protagonismo abriéndonos camino y marcando las pautas para que asumamos responsabilidades dentro de un proceso que nos facilita llegar donde vamos... Los pilares bien definidos donde sostener la gracia de este tiempo son, la oración, el ayuno y la limosna, abarcando con ello la dimensión horizontal y vertical de la vida, en el intento de poner alma a lo que hacemos y queremos hacer...

Nuestro mundo, seducido por la ambición de querer ser como Dios ha perdido el rumbo, y todos quedamos incluidos en esa vorágine de la que no salimos sin el socorro del cielo, ayudándonos a caer en la cuenta de los frutos de la mentira sobre le peso de lo real, que de manera tan sutil suele mantener diálogo con nosotros y hacernos caer en su trampa... Recemos hoy con mucho sentido el salmo 50 propuesto en la liturgia y empecemos la cuaresma con deseos de que Dios nos trabaje y nos capacite para acoger su gracia y nos transforme...

"Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado. 


Pues yo reconozco mi culpa,
tengo siempre presente mi pecado.
Contra ti, contra ti sólo pequé,
cometí la maldad en tu presencia. 


Oh, Dios, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme.
No me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu. 


Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso.
Señor, me abrirás los labios,

y mi boca proclamará tu alabanza" (Salmo 50)...

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Con el habitual recuerdo por los enfermos del blog... todos, uno a uno... también sus familias, volvemos a pedir la salud para ellos desde la intercesión del Beato Tito... renovando nuestro acto de fe, en su poder y su misericordia...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …