domingo, 16 de enero de 2022

"Contad las maravillas del Señor a todas las naciones"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Iniciamos esta etapa de la liturgia después de Navidad, que es el tiempo ordinario, asistiendo a una boda, con Jesús, su Madre, y sus discípulos... llama la atención el contexto y las circunstancias donde Jesús empieza a manifestar su gloria, y de donde parte la fe de los que iban con él... Pero tenemos que acentuar, y no pasar de largo, que también es un signo este contexto, de algo mas trascendental y profundo, de lo que a simple vista podemos percibir...

No hace Jesús una exhibición de sus poderes mágicos para alargar una fiesta entre amigos; no confundamos...aquí se evoca a la Hora suprema de la Redención, a la mediación eficaz de la Virgen en los afanes de cada día, y a las Bodas Eternas del alma con Dios mismo... Los milagros están cada día rondando nuestra vida en todas las circunstancias, también cuando no somos sacados de apuros a la primera dificultad a la que tenemos que hacer frente... Iluminemos la vida en la Palabra de Dios y entendamos las conjeturas en las que la providencia nos sale al paso... dejemos resonar en los oídos del alma la voz de la Virgen, que nos dice "haced lo que Jesús os diga", y escuchemos a Jesús, decirnos qué hacer, en su Palabra... 

Participemos en el "fiesta" de la Voluntad de Dios saboreando el manjar de su cuerpo y sangre, servidos cada día en el altar, y salgamos de la superficialidad a que nos van llevando los ídolos de nuestro tiempo, que están consiguiendo dejar a Dios de lado, y están ganando la partida a la verdad, al bien y al compromiso de vivir como hijos de Dios... Despertemos la fe en Jesús, que en Él está nuestra paz, y por Él somos salvados... Recemos con piedad y devoción el salmo 95; alabemos al Señor, y demos gloria a su nombre...

"Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre. 

Proclamad día tras día su victoria.
Contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones. 

Familias de los pueblos, aclamad al Señor,
aclamad la gloria y el poder del Señor,
aclamad la gloria del nombre del Señor. 

Postraos ante el Señor en el atrio sagrado,
tiemble en su presencia la tierra toda.
Decid a los pueblos: «El Señor es rey:
él gobierna a los pueblos rectamente»" (Salmo 95)...


Pensemos, también hoy, hasta recodar a todos, en los enfermos del blog... uno a uno... también sus familias... acogidos a la intercesión del Beato Tito, miramos al cielo suplicantes, pidiendo la salud para todos y la gracia de la fe, para que la esperanza nos aliente y podamos vivir confiados, firmes y seguros en el amor de Dios, a la sombra de su misericordia... Sabiendo que Jesús puede curarnos, el cuerpo y el alma... y Él quiere hacerlo...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria...