miércoles, 7 de noviembre de 2018

"El Señor es mi luz y mi salvación"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


"Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida.
Espera en el Señor, sé valiente, 
ten ánimo, espera en el Señor" (Salmo 26)...

El salmo que reza hoy la liturgia de la misa como resonar a la Palabra proclamada, está balanceado por la esperanza y la confianza... el salmista subraya con su "gemido" la fidelidad irrevocable de Dios, y en ella se apoya para afirmarse en la certeza de su amor, aun en medio de la prueba... certeza que no es seguridad, sino más bien, confianza que suplica...

La relación con Dios tiene que llegar a provocar en nosotros la experiencia teologal; porque es esta manera de vivir la fe, la esperanza y la caridad, la que resitúa, purifica y transforma nuestros deseos... Cuando Dios, por la fe en Él, comunica al alma la experiencia de la paz en medio de la amenaza externa y los miedos interiores, es cuando la relación con Él se hace vinculación y pertenencia; y, de ahí, nacen frutos maduros, que a la vez que nos alimentan, dan de comer a otros... 

Atrevámonos a rezar con la Iglesia, en las mismas palabras que tantos cristianos han dejado pasar hoy por su corazón, alzando la mirada a Dios aspirando a adentrarse en Él y en sus caminos... En Dios podemos descansar aunque estemos oprimidos por el dolor... el consuelo de su presencia enciende en nosotros la esperanza y la fe, dando luz a nuestros pasos, y conduciéndonos a la confianza y la paz...


Acerquemos nuestra comunión a Dios y pongamos ante Él los suspiros anhelantes de nuestro corazón... Pensemos, hasta recordar a todos, en los enfermos del blog... todos, uno a uno... también sus familias... y por la intercesión del Beato Tito, hagamos llegar al cielo nuestras súplicas en favor de ellos... Que Dios les conceda la salud, del cuerpo y del alma, haciéndoles testigos del resplandor de su gloria...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro - Ave María - Gloria...