domingo, 6 de diciembre de 2020

"Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Avanzamos adviento de manos de la liturgia, y la Palabra nos invita a darnos cuenta que improvisar en la vida es restar posibilidades a cualquier cosa que merezca la pena... ¿cuánto más si lo que preparamos es un lugar dentro de nosotros para el Señor?... La vida misma es un adviento guiado por la esperanza, con la certeza en el alma de que Dios es fiel, y su misterio es la respuesta que anida en nuestro corazón, aunque no la sabemos interpretar, confundidos por la idolatría de creernos que podemos valernos por nosotros mismos, y dominar la existencia...

O entregamos nuestros anhelos a la Voluntad de Dios y vivimos cobijados en su Palabra, o no encontraremos sentido a la vida, ni descanso mientras atravesamos este "valle de lágrimas", heridos por nuestros pecados, cosechando egoísmo donde podría florecer la paz y la armonía, si abriéramos el corazón a la gracia y la fe, camino abierto para pisar sin desvíos el tiempo, que Dios no mide como nosotros, y que por eso, no lo sabemos tantas veces gestionar...

Seamos coherentes y aprovechemos tantas oportunidades concedidas gratuitamente, acercándonos al Señor y disponiéndonos a recibirle en cada acontecer, creyendo que viene, que está, y que nos ama... Recemos con la liturgia el salmo 84 y avancemos caminos ciertos, que Dios se acerca...

"Voy a escuchar lo que dice el Señor:
«Dios anuncia la paz a su pueblo y a sus amigos».
La salvación está ya cerca de sus fieles,
y la gloria habitará en nuestra tierra. 

La misericordia y la fidelidad se encuentran,
la justicia y la paz se besan;
la fidelidad brota de la tierra,
y la justicia mira desde el cielo. 

El Señor nos dará la lluvia,
y nuestra tierra dará su fruto.
La justicia marchará ante él,
la salvación seguirá sus pasos" (Salmo 84)... 


Mirando al cielo, donde cada día quedan recogidos nuestros "ayes" y suspiros, pensemos en los enfermos del blog, y los que vamos sumando a causa de esta tragedia que nos azota, aparentemente, sin piedad... Pedimos ayuda al Señor, acogidos a la intercesión del Beato Tito, esperando que su misericordia tenga frutos tempranos que nos saquen del atasco... Fiémonos de Dios y acerquémonos a Él que estaremos seguros... aprovechemos adviento que la gracia ahora es propicia, Dios viene...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria