martes, 13 de abril de 2021

"El Señor reina, vestido de majestad"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Vuelve la liturgia sobre el diálogo de Jesús con Nicodemo, porque el protagonista de la liturgia pascual es el espíritu santo, y hemos de disponernos a recibirle, valorando su presencia, y la transformación que provoca en el testigo de la resurrección, como vemos en la primera lectura de los hechos, que además de apóstoles, de Jesús, van siendo hermanos unos de otros por la comunión de vida...

La fe pascual remueve los cimientos de la persona... creemos en un muerto que está Vivo, y que con su muerte nos ganó la vida para siempre... estos hechos reales (no es un mito) ha de provocar en el creyente un cambio de actitud, que nos deja situados en otras perspectivas, y nos permite hacer otra lectura distinta de la realidad...

Jesús resucitado confirma a los suyos en la fe, progresiva y personalmente, a la luz de estos hechos que no se pueden acoger más que en la humildad de la confianza de corazón, dando a Dios la iniciativa de enseñarnos a vivir, y acercándonos cada día a su Voluntad, en la paz de sabernos amados, cuidaos, y salvados gratuitamente por amor... Atrevámonos a dar el paso al compromiso de creer, pues no se cree de una vez y para siempre, sino en el proceso continuo de la gracia que nos va formando, sosteniendo, fortaleciendo y curando...   

"El Señor reina, vestido de majestad;
el Señor, vestido y ceñido de poder.

Así está firme el orbe y no vacila.
Tu trono está firme desde siempre,
y tú eres eterno. 

Tus mandatos son fieles y seguros;
la santidad es el adorno de tu casa,
Señor, por días sin término" (Salmo92)...


Pensemos, como cada día, hasta recordar a todos, en los enfermos del blog... uno a uno... también sus familias... Creamos en la eficacia de la intercesión, y recemos unos por otros... Los santos también interceden por nosotros; no estamos lejos de ellos. Son las antorchas que iluminan nuestra noche con la luz de la que ellos ya gozan... Miramos al Beato Tito y acercamos nuestras plegarias a su presencia con el encargo de que las presente al Padre para que las veamos cumplidas en cada uno... Esperemos de Dios mucho, y creamos que Él sabe lo que hace, por qué, y para qué lo hace...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria