domingo, 24 de mayo de 2020

"Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!

Ascensión del Señor Domingo VII de Pascua Hch 1,1-11: Lo vieron ...

Dejarnos conducir por la liturgia para adentrarnos en la pedagogía de la fe, es haber entendido que en este camino el protagonismo lo tiene la gracia; de ahí, que sea tan importante cuidar la actitud y abrirnos al don para que podamos adherirnos a estos misterios, y penetrados de su luz, vivir de forma coherente, mostrando en lo real, dónde está nuestro centro, y qué valores impulsa nuestros pasos, mientras vamos aún de camino...

Jesús ha cumplido su misión y su Palabra... ahora nos reta a poner la mirada en el cielo, los pies en la tierra, pero con el corazón en la confianza... Ojalá acojamos el envío a que Jesús nos ha convocado antes de partir al Padre, y seamos capaces de ser apóstoles convencidos, después de haber aprendido a su lado los valores de su Reino, que Él con tanto empeño quiere que mostremos a nuestro paso...

La siguiente promesa será su Espíritu, para lo que la Iglesia se prepara en su liturgia desde este momento a recibirle en el ya próximo Pentecostés...... la Iglesia le implora sin cesar, y nos invita a unirnos a su ruego para ser todos invadidos de su fuerza y potencia... Trasformemos el mundo con las armas de la luz que la gracia nos concede si la acogemos... Alabemos a Dios por su misericordia, y confiemos en su Palabra... Él estará siempre a nuestro lado alumbrándonos y alentándonos a ir siempre hacia Él... 

"Pueblos todos, batid palmas,
aclamad a Dios con gritos de júbilo;
porque el Señor altísimo es terrible,
emperador de toda la tierra. 

Dios asciende entre aclamaciones;
el Señor, al son de trompetas:
tocad para Dios, tocad;
tocad para nuestro Rey, tocad. 

Porque Dios es el rey del mundo:
tocad con maestría.
Dios reina sobre las naciones,

Dios se sienta en su trono sagrado" (Salmo 46)...

Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas ...

El momento presente nos cuestiona y preocupa a todos; clamamos al cielo, seguros que el cielo nos respalda ¡¡¡seamos humildes!! Busquemos socorro y amparo en la misericordia de Dios... pidamos por los enfermos del blog... uno a  uno... también sus familias... y todos los sumados a esta pandemia, que nos entrecorta el respirar... Recojamos nuestro sentir angustiado en la intercesión del Beato Tito y renovemos la confianza ¡¡plena confianza!! somos los peregrinos de esta perla, que conduce, serena, calma... nos fiamos de Dios y a Él confiamos nuestro presente amplio, que cobija el mundo entero... que venga su espíritu a nosotros y nos dé la valentía de convertirnos a la fe secundando la gracia en nosotros...
"confiando en el Señor, no me he desviado"... 

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria