jueves, 26 de abril de 2018

"El que recibe a quien yo envíe, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que me ha enviado"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


"En verdad os digo: "El criado no es más que su amo, 
ni el enviado es más que el que lo envía. 
Puesto que sabéis esto, dichosos vosotros si lo ponéis en práctica.
No lo digo por todos vosotros; yo sé bien a quiénes he elegido... 
Os lo digo ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis que yo soy. 
En verdad os digo: el que recibe a quien yo envíe me recibe a mí; 
y el que me recibe a mí recibe al que me ha enviado" (Jn. 13, 16-20).

Los discursos de la última cena, releídos a la luz de la Pascua, nos introducen en el misterio de la fe, desde su realidad más honda... La vida no va a responder nunca a nuestras expectativas, si no ampliamos nuestra visión del mundo y de la Obra de Dios en Él... No es la vida un reto hacia la felicidad placentera de lo primario, aunque la cultura imperante quiera seducirnos a creerlo... eso sería rebajar mucho nuestra dignidad, quedándonos en lo puramente material, superficial y pasajero...

La vida es una conquista, que se elabora con la aportación al conjunto, del don de cada uno, incluyendo a todos y todo... El pecado es una "amenaza seductora" a esta única verdad, donde queda contenida la Voluntad de Dios hacia el ser humano, pensado, amado y creado para participar de este don, haciendo posible por su adhesión libre a ello, un mundo diferente... de todos... para todos...


El acto supremo de amor, de Dios, hacia el ser humano y el mundo, es Jesús... de ahí, la insistencia en su Palabra de vincularnos a Él, como único camino válido para no distanciarnos de la Voluntad de Dios, que nos cuesta interpretar y conocer, cuando vemos con ello alterados nuestros deseos... deseos que fácilmente reducimos a lo transitorio y pasajero, imposible de saciar con ellos los anhelos de nuestro corazón, habitado por el germen de la gracia, que hemos de ayudar a crecer y desplegar hasta dar frutos... 

Es el mensaje que extraemos de esta enseñanza de Jesús, que nos vuelve a insistir en la necesidad de reordenar nuestra escala de valores, en los suyos, incitándonos al servicio y la entrega como expresión de amor y caridad... Es lo que acaba de hacer Él, dándonos ejemplo... El cristiano es un «enviado» por el Señor Resucitado... éste es el verdadero sentido de su envío:  establecer relaciones fraternas y de servicio de unos con otros, y que el ejemplo de nuestra vida sea una luz, que atraiga a muchos, a adoptar estas mismas actitudes... Seremos portadores de Dios y de su Evangelio, e iremos con ello, acercando el Reino al tiempo, realizando con ello el deseo de Dios...


Seguimos tomando conciencia de lo que supone incorporar la fe a nuestra persona, y seguimos haciendo opción por la confianza, seguros de que en esta Palabra nuestra raíz se fortalece y nuestro pisar endereza nuestros pasos a su luz... Pensamos y recordamos, como es habitual por la comunión, en los enfermos del blog... en todos, uno a uno... también en sus familias... En la necesidad de recibir socorro del cielo, miramos a los santos para ayudarnos de su intercesión... Los peregrinos de la confianza, vamos de manos del Beato Tito... ponemos en común nuestras súplicas, y las depositamos en sus manos, en la esperanza de que nos ayude a dar frutos a nuestra fe, y el cielo derrame bendiciones sobre cada uno, con las que podamos reflejar en nosotros la misma gloria de Dios... El camino tiene trayectos duros, difíciles y oscuros, pero con nosotros, viene el Buen pastor, llamándonos a la confianza y la fe, sin dudar de Dios hasta el final...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María