domingo, 23 de diciembre de 2018

"¡Oh Dios!, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Lindando ya con la Navidad, la liturgia va resaltando matices que nos ayudan a fijar la atención, poniendo en valor los efectos de la fe... 

La figura central del adviento sabemos que es la Virgen Madre, y en sus actitudes valoramos que la fe es virtud teologal cuando la persona se entrega en libertad a Dios y se ofrece a Él para hacer su Voluntad, sin resistencias, ni condiciones, sino adentrándose en los caminos que "desvela" el misterio, vinculándonos a la gracia que lo expresa...

Conocer al Señor es saber que necesitamos de Él... de ahí, que la liturgia nos enseñe a rezar, poniendo en labios de la Iglesia la mejor manera de suplicarlo "¡Oh Dios!, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve"... El resplandor de su gloria purifica, salva... la presencia de Dios nos sitúa en ese plano que agudiza la percepción y la mirada, descubriendo las huellas que nos enseñan a pisar caminos seguros, de vida...  

Unamos nuestra voz, a la de tantos cristianos que se dejan conducir por la oración de la Madre Iglesia y hagamos comunión...

"Pastor de Israel, escucha,
tú que te sientas sobre querubines, resplandece;
despierta tu poder y ven a salvarnos. 

Dios del universo, vuélvete:
mira desde el cielo, fíjate,
ven a visitar tu viña.
Cuida la cepa que tu diestra plantó, 
y al hombre que tú has fortalecido.

 Que tu mano proteja a tu escogido, 
al hombre que tú fortaleciste. 
No nos alejaremos de ti
danos vida, para que invoquemos tu nombre" Salmo 79)...



Pensando, hasta recordar a todos, en los enfermos del blog, uno a uno... también sus familias... miremos al cielo deseosos de encontrarnos con los frutos de nuestra fe... -pidamos hoy por Rafael Fernández y Antonia del Toro que necesitan de nuestra oración y puede ser para ellos, el susurro de nuestros ruegos, un bálsamo que les reconforte y fortalezca- ... extendiendo igualmente nuestra intención a todos, nos acogemos a la intercesión del Beato Tito y nos atrevemos a decirle a Dios, una vez más, lo que queremos... comprometiéndonos a ser coherentes con lo que sabemos que Él también quiere de nosotros...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro - Ave María - Gloria...