martes, 17 de abril de 2018

"Señor, danos siempre de ese pan"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


"Le replicaron: "¿Y qué signo haces tú,  para que veamos y creamos en ti?". 
Jesús replicó: "Es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo. 
Porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo". 
Entonces le dijeron: "Señor, danos siempre de este pan" (Jn. 6, 30-34).

¡Qué fácil es, si nos acercamos a Jesús con alma de niño, cambiar el razonamiento por el asombro!... Pedir signos para creer es proyectar nuestro propio mundo en el infinito... y, no, Dios no es una invención nuestra; Dios es irrupción de Sí mismo... por eso, si "atisbamos" su Presencia mínimamente, se impone en nosotros irresistiblemente la fe... porque somos atraídos a su espacio, y en su luz, quedamos iluminados...

En la travesía del "razonamiento" a la fe, es donde nos vamos capacitando para la radical "discontinuidad" que supone la Pascua para nosotros los creyentes... Comenzamos buscando a Jesús para que nos sacie con cosas, y si damos con Él de verdad, vemos que nos invierte el deseo, dándonos a cambio su propia Persona... ¡¡Ojalá se nos abran los ojos y le reconozcamos donde ha querido quedarse para siempre con nosotros!!... La Eucaristía no es una cosa más, de las muchas que tenemos a nuestro alcance; es verdadero alimento del caminante que surca mundos inciertos, y a la vez quiere pisar firme... es respuesta a las grandes preguntas que el corazón no entiende y que a la vez resuenan dentro de él... es la discreta compañía que acerca luz a la senda oscura de la vida y conduce acercándonos a destino seguro... Es el don por excelencia de su Victoria que su amor gratuito quiso perpetuar entre nosotros... 


Pidamos al Señor su Pan y comamos de Él dignamente, hasta que lo expresen nuestras acciones... El cristiano de nuestra época tiene que gustar a Jesús para creer, y desde esta experiencia tiene que convencer a otros muchos de que Vive y está entre nosotros... Agradezcamos el amor de Dios, infinito y eterno, y a la vez haciendo camino a nuestro lado... Dejémonos llevar a su ámbito para que el nuestro sea coherente y autentico... hemos de ser testigos... apóstoles... mensajeros... Hay buena noticia que compartir... que proclamar.. que agradecer... que disfrutar... es el único bien que no tiene fin y que puede empezar a gozarse aquí y ahora...

Recordemos desde este contexto a todos los enfermos del blog, uno a uno... también a sus familias... Nos necesitamos todos para que nuestra comunión se enriquezca y los frutos lleguen de verdad a cada necesidad... a cada latido del corazón de los que sufren y necesitan consuelo... fortaleza... esperanza... confianza... miremos al cielo y desde la intercesión del Beato Tito, pongamos en común nuestras súplicas en el deseo de que la gloria de Dios resplandezca en cada uno y recuperen la salud... De Dios se alcanza cuanto de Él se espera... seamos "ambiciosos" por confiados... Dios actuará...
"confiando en  el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María