jueves, 31 de octubre de 2019

"Sálvame, Señor, por tu bondad"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


El verdadero fundamento de la vida humana es el amor de Dios... ¿Nos hemos encontrado de verdad con este hallazgo, o perseguimos ansiosos otros apoyos, que ni sostienen, ni orientan el norte por donde caminar y avanzar?... El amor de Dios abarca todos los entresijos de nuestra vida; y nosotros nos perdemos esta gracia mientras jugamos al amor con ilusiones vanas que nunca vemos realizar...

Hoy en la liturgia es conmovedor escuchar a Jesús lamentarse sobre Jerusalén. ¡¡Qué poco valoramos la gracia!!... Nos servimos de la fe, pero no vivimos de ella; y lógicamente, desde esta perspectiva, imposible vivir con sentido lo real, que resulta ser tantas veces, tan poco amoldable, a nuestros deseos...

La experiencia de San Pablo, unido al lamento de Jesús, tienen que impulsarnos hoy a la coherencia y la valentía, para decidirnos a optar por el camino acertado, seguros de que el tiempo es la providencia objetiva, donde acertar a vivir... ¡¡Bonito salmo para rezar, el que nos ofrece hoy la liturgia!!... unamos nuestra voz a la Iglesia, y llamemos al cielo con humildad para que el Señor nos dé su luz, y podamos hacer opciones válidas para la fe, que hagan posible cosechar frutos...

"Tú, Señor, trátame bien, por tu nombre,
líbrame con la ternura de tu bondad;
que yo soy un pobre desvalido,
y llevo dentro el corazón traspasado. 

Socórreme, Señor, Dios mío,
sálvame por tu bondad.
Reconozcan que aquí está tu mano,
que eres tú, Señor, quien lo ha hecho.

Yo daré gracias al Señor con voz potente,
lo alabaré en medio de la multitud:
porque se puso a la derecha del pobre,
para salvar su vida de los jueces" (Salmo 108)...


Pensemos ¡¡cómo no!! unos en otros, y recordemos a los enfermos del blog... todos, uno a uno... también sus familias... estamos embarcados en una vorágine que nos hace sentir tantas veces vulnerables... ¡¡confiemos!! ¡¡creamos en Dios!!... Acerquémonos con "intriga" a sus caminos, y dejemos sentir en nosotros el respeto que merece la manera de expresarnos su amor y conducirnos a su Voluntad, siempre bondadosa, llena de ternura y compasión, hacia cada uno de nosotros... Atrevámonos a mostrarle los anhelos de nuestro corazón que quiere la salud de nuestros enfermos y la bendición del cielo para cada dolor y cada sombra en su camino... Acogidos a la intercesión del Beato Tito, ponemos en común nuestras súplicas aguardando frutos de fe a nuestra oración humilde... insistente... perseverante... -incorporamos a María una joven veinteañera que se encuentra de imprevisto con una enfermedad, aun sin diagnosticar, y preocupante, por el cuadro que presenta... que no le falte en su lucha el empuje de la fe, hasta que sienta confianza, sin dudar que Dios tiene un camino único para ella, y Él lo recorrerá a su lado mostrándole la riqueza de su misterio ... Rafaela nos necesita, e igualmente, Miguel, Carmen, Toñi- ... y todos sin excepción...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María