viernes, 2 de octubre de 2020

"A sus ángeles ha dado órdenes para que te guarden en tus caminos"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Entrañable figura la del ángel de  la guarda que la liturgia nos recuerda hoy, centrando la atención en la protección de los niños... Desgraciadamente la vulnerabilidad de los niños, parece no ser motivo suficiente para garantizar su cuidado, asegurándoles sus derechos y necesidades... No se le pasó por alto a Jesús, que el egoísmo de los mayores olvidaría de tantas formas la fragilidad de los niños, y levantó la voz, asegurándoles el auxilio del cielo, por la custodia de los ángeles, a pesar de tantas trabas como ponemos a ello, sin medir consecuencias y lamentando resultados...

¡¡Los niños!! nuestra cultura nos está despistando y cosifica los niños, y ¡¡no los defendemos!!... desde impedirles nacer, obligarles a asumir roles culturales "desmadrados", sin alternativas abiertas a elegir otras posibilidades... se les niega la fe intencionadamente, sumando prejuicios a su inocencia, dejándoles desprovistos para que puedan encontrarla durante el camino de su vida.... lo decía Jesús, "dejad que los niños se acerquen a mi, no se lo impidáis"... ¡¡ojalá nuestros oídos escuchen a Jesús y le llevemos los niños a Él, para bien de los niños!!...

Pisemos caminos ciertos y seguros, que Dios mismo abre a nuestro paso, y aprendamos valores en su Palabra... elevemos mínimamente la mirada y percibamos más presencia que lo superficial... incorporemos la fe y la transcendencia a lo cotidiano, y no nos perdamos la gracia del momento presente, que Dios acerca de tantas maneras hasta nosotros...

Tú que habitas al amparo del Altísimo,
que vives a la sombra del Omnipotente,
di al Señor: «Refugio mío, alcázar mío,
Dios mío, confío en ti»

.El te librará de la red del cazador,
de la peste funesta.
Te cubrirá con sus plumas,
bajo sus alas te refugiarás.

Su brazo es escudo y armadura.
No temerás el espanto nocturno,
ni la, flecha que vuela de día,
ni la peste que se desliza en las tinieblas,
ni la epidemia que devasta a mediodía. 

No se te acercará la desgracia,
ni la plaga llegará hasta tu tienda,
porque a sus ángeles ha dado órdenes
para que te guarden en tus caminos" (Salmo 90)....


Mirando al cielo, donde cada día quedan recogidos nuestros "ayes" y suspiros, pensemos en los enfermos del blog, y los que vamos sumando a causa de esta tragedia que nos azota, aparentemente, sin piedad... Pedimos ayuda al Señor, acogidos a la intercesión del Beato Tito, esperando que su misericordia tenga frutos tempranos que nos saquen del atasco... Sabemos que Dios es el autor de la vida y de la historia, y no escapan a su poder los acontecimientos, pero tan respetuoso con las leyes puestas en ella, que pacientemente se somete con nosotros a la realidad, aunque marcando senderos que podemos recorrer dando sentido al dolor y la incomprensión de los hechos... Fiémonos de Dios y acerquémonos a Él que estaremos seguros...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria