domingo, 27 de mayo de 2018

"No quitemos valor a la oración de petición, que tantas veces nos serena el corazón y nos ayuda a seguir luchando con esperanza"...




Como cada 27, hoy -además- en el bonito mes de mayo, hacemos memoria del nacimiento de este blog, punto de encuentro en nuestro camino de confianza... Escucharemos al Papa hablarnos, dentro de los tipos de oración con que nos viene identificando la vida cristiana en su deseo de ayudarnos a aspirar y avanzar a la santidad, de la oración de petición e intercesión: "La intercesión -son palabras suyas- expresa el compromiso fraterno con los otros cuando en ella somos capaces de incorporar la vida de los demás, sus angustias más perturbadoras y sus mejores sueños" (n. 154)... ¿No es éste el objetivo de nuestro encuentro diario y el latir unánime de nuestro corazón cuando pensamos unos en otros?...

Ciertamente, la súplica es una arista de la "relación vertical" que el ser humano mantiene con el Creador al reconocerse débil, pobre, pequeño, vulnerable... por ella, despierta a la confianza, acercando a su Presencia los límites con que se encuentra, tanto suyos, como de los otros, con los que se hace camino al vivir... "no quitemos valor a la oración de petición, que tantas veces nos serena el corazón y nos ayuda a seguir luchando con esperanza" ... "La súplica de intercesión tiene un valor particular, porque es un acto de confianza en Dios y al mismo tiempo una expresión de amor al prójimo" (n. 154)... 


Pero no sólo hay que "suplicar" e "interceder"... Añade el Papa, a ésto, y a "la oración memoriosa" y al "silencio orante" que lo hablábamos ayer, la necesidad de "la adoración" y "la alabanza": "Si de verdad reconocemos que Dios existe no podemos dejar de adorarlo, a veces en un silencio lleno de admiración, o de cantarle en festiva alabanza" (n.155)... y ¡¡cómo no!!, si somos discípulos, es necesario detenernos en "la escucha orante" a la Palabra del Maestro: "la devoción a la Palabra de Dios, pertenece al corazón y a la identidad misma de la vida cristiana. La Palabra tiene en sí el poder para trasformar las vidas" (n. 156)...

Pero, aún el Papa da un paso más, y antes de concluir este capítulo, específica que "la máxima eficacia de la vida cristiana se alcanza en la participación de la Eucaristía, que es donde reside humildemente la presencia real del que es la Palabra viva. Allí, el único absoluto recibe la mayor adoración que puede darle esta tierra porque es la ofrenda del mismo Cristo. Y cuando la recibimos le permitimos que realice su obra transformadora" (n. 157)...


A veces nos falta llegar hasta aquí y permanecer... es preciso darnos cuenta, que no es posible ser hijo de Dios y llegar a la santidad, si cojeamos de uno de estos dos pilares, "Dios sobre todas las cosas, y el hermano, como yo"... Tenemos los medios; decidámonos a hacer camino, dando primacía a la gracia...

Volvamos a rezar unos por otros, sin olvidar que habitamos todos en Él, Vínculo real de comunión donde hacemos camino al cielo, llenando el dolor de esperanza y la vida de sentido... Pensemos hasta recordar a todos, en los enfermos del blog, uno a uno... también en sus familias... y apoyados en la intercesión del Beato Tito, presentemos nuestras plegarias en la confianza de que Dios nos ama, nos escucha, y nos conduce a su Voluntad acercándonos a la santidad y realizando su proyecto en nosotros... 
"confiando en el Señor, no me he desviado"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María