lunes, 10 de julio de 2017

el amor no pasa nunca...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


El perfil de Jesús, lo vimos ayer en el himno a la caridad... y Dios, que en Jesús se dona del todo, quiere hacer descansar en cada uno de nosotros, esos atributos, que sólo los tendremos, si los recibimos por participación, dejándonos habitar por su Presencia, bajo la acción del Espíritu Santo, incorporando, eso sí, por nuestra libertad los previos que la van dibujando en el alma del amigo fiel de Jesús... amigo que no tiene que ser perfecto, basta con que se acerque a participar de su misma vida, hasta hacerse cauce de esos dones, que hemos de seguir expandiendo y expresando en el vivir de cada día...

No siempre la libertad del hombre está abierta al don de Dios, y es ahí, donde podemos sanear nuestra tierra, para que la semilla caída en el surco, dé frutos del 100x1. La virtud teologal de la caridad, es el amor gratuito, que descentrado de sí, se entrega totalmente al bien de los otros, por encima y "a pesar" de lo que el otro esté dispuesto o no, a recibir...

Es la caridad, un movimiento interno personal, sin más motivación que el bien y la bondad en sí mismos... reconocido o no, valorado o no, acogido o no... se ama por amor y se ama por amar... ese grado de amor se llama CARIDAD y lo poseen, quienes superando niveles primarios de existencia, se sitúan con la mirada y el corazón en Dios y en la vida eterna...


El la virtud de la caridad un camino que se recorre, un proceso en el que se avanza... seamos de ellos y tendremos amor para dar a muchos, haciendo el mundo y la vida más habitables y Dios más cercano a todos...

Pidamos como cada día por nuestros enfermos... por todos, uno a uno... miremos al Beato Tito, para que interceda ante la Madre del Carmen, tan mirada en estos días por todos los que estamos vinculados a Ella y al Carmelo... que sigamos haciendo comunión, rezando unos por otros y que la caridad prenda en nuestra vida y se derrame en gestos, en destalles, en interés y en oración... que obtengamos del cielo la salud de nuestros enfermos y no nos desviemos nunca del camino que lleva a la vida...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …