lunes, 9 de abril de 2018

"He aquí la esclava del Señor; hágase en mi según tu Palabra"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


"Alégrate, llena de gracia, el Señor está  contigo". 
Ella se preguntaba qué saludo era aquel. 
El ángel le dijo: "No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. 
Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo. 
María dijo al ángel: "¿Cómo será eso, pues no conozco varón?".
El espíritu santo vendrá sobre ti y la fuerza del altísimo te cubrirá con su sombra". 
María contestó: "He aquí la esclava del Señor; 
hágase en mi según tu Palabra" (Lc. 1, 26-38).

La fiesta de la Encarnación -25 de marzo-, cuando coincide con la semana santa, y no puede cederle sitio la liturgia para su celebración, se traslada a la fecha más próxima, donde se le pueda conceder la importancia que tiene, y adquiera entonces el realce que ocupa dentro del marco cristiano... Es por lo que hoy traemos a colación este misterio...

Pensándolo bien, relacionar la Encarnación con la Pascua, es la síntesis más condensada de la fe, quedando en ello del todo contenida... La fe de la Virgen ha sido coronada en la Victoria del Resucitado, pero donde ponemos hoy el énfasis no es en el fruto, sino en el germen de vida que Ella supo fecundar por su fe, en el cultivo coherente de esa semilla... 


Mirar de cerca las consecuencias que provocó la fe en la vida de la Virgen es quedar cuestionados y sobrecogidos, valorando que la historia que Dios quiere construir con los hombres, va en otra dirección de la que queremos los hombres construir por nuestra cuenta... La Virgen tenía en su alma impresa la Palabra de Dios y creía en Ella... se exponía de forma decidida a la escucha de la Voluntad de Dios, sumergida en la confianza de saber que Dios es Padre, y que donde estamos seguros es donde Él nos piensa y donde Él nos quiere... 

Adherida a esta gracia, sus planes asumen los de Dios, y sus ilusiones giran desde ahora hacia la propuesta que Dios le hace y que ella acoge asumiendo el riesgo de creer, optando por entrar para siempre en el misterio, que no controla... que no domina... que le supera... Acepta ser instrumento en la manos creadoras de Dios e involucrarse en sus planes sabiendo que no quedará nunca defraudada...


Seguimos haciendo camino en la misma dirección y sumamos nuevos miembros al blog, necesitados de ayuda para abrazar la fe con alma de niño... -incorporamos hoy a José Miguel y Julian, en espera de resultados, y lógicamente preocupados hasta recibirlos ... pedimos por ellos en el deseo de que sean favorables y la gloria de Dios se manifieste una vez más en los que esperan todo de Él- ...pensamos igualmente, en los peregrinos de la confianza, hasta recordar a todos, uno a uno... también a sus familias... miramos al cielo y acogidos a la intercesión del Beato Tito, pongamos en común nuestras súplicas, y confiados, esperemos bendiciones y gracias actuales al corazón de cada uno... Dios es bueno y nos ama... confiemos sin vacilar, y nuestra fe dará frutos, del ciento por uno...
"confiando en el señor no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María