domingo, 22 de septiembre de 2019

"Alabad al Señor, que alza al pobre"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


La liturgia hoy nos da la sensación de sumergirnos en un laberinto de difícil salida... Ciertamente, el argumento es claro; y a la vez, es complejo elaborar el acierto... La codicia y el egoísmo son las trabas que taponan de tantas maneras, cualquier cauce simple, por donde pueden correr los frutos de la justicia: la armonía, la solidaridad, la fraternidad, la caridad...

¿Tienen ventajas, entonces, quienes utilizan la astucia para hacer la trampa?, ¡¡ pues no!!... Puede salirles la coartada, en lo inmediato que siempre es frágil, pero la codicia es un mal de raíz honda, ¡¡fértil además!! de donde se cosechan frutos dañados, que terminan volviéndose contra nosotros mismos...

La fidelidad a lo pequeño es donde mostramos el don que nos habita, si vivimos de él, agradecidos... Venimos equipados a la vida para aportar nuestro diminuto grano de arena, y el proyecto de Jesús reclama nuestra tarea... Aprendamos a administrar con coherencia, responsablemente, nuestra parte, en el TODO, que hemos de construir juntos... Que no falte la alabanza en nuestra oración cotidiana, que es una actitud de humildad que crece la fe...

 "Alabad, siervos del Señor,
alabad el nombre del Señor.
Bendito sea el nombre del Señor,
ahora y por siempre. 

 El Señor se eleva sobre todos los pueblos,
su gloria sobre los cielos.
¿Quién como el Señor, Dios nuestro,
que habita en las alturas
y se abaja para mirar
al cielo y a la tierra? 

Levanta del polvo al desvalido,
alza de la basura al pobre,
para sentarlo con los príncipes,
los príncipes de su pueblo" (Salmo 112)...


Recemos unos por otros, conscientes de cuánto nos jugamos en la vida... y no juguemos a vivir... Alumbremos al centro con la llama tenue de nuestra fe, y nutrámonos en el misterio grande y valioso de la comunión de los santos... Pensemos y recordemos a todos los enfermos del blog, uno a uno... también a su familias... Sabemos que se enfrentan al realismo duro de la limitación y la enfermedad y queremos ayudarles... hay muchos pasando momentos difíciles y tienen que sentirse arropados... consolados... fortalecidos por la oración de todos... Nos acogemos a la intercesión del Beato Tito, que supo traspasar con su fe el dolor y convertirlo en esperanza, y ponemos ante él nuestras súplicas para que las reciba el cielo, y a cambio nos florezca la fe, y nos crezca la confianza... para fiarnos de Dios, y creer en sus promesas y en la eficacia de su Cruz Redentora... También la nuestra lo es... Él lo dice... ES VERDAD...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …