domingo, 4 de noviembre de 2018

"Yo te amo, Señor, tu eres mi fortaleza"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


"Señor, mi roca, mi alcázar, mi libertador. 
Dios mío, peña mía, refugio mío, escudo mío,
mi fuerza salvadora, mi baluarte.
Invoco al Señor de mi alabanza 
y quedo libre de mis enemigos" (Salmo 17)...

¿Qué mejor oración de confianza que la que nos acerca este salmo, rezado en la liturgia de hoy, como respuesta a la Palabra de Dios, centrada este domingo en el mandamiento principal de la ley,  "amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser", donde se añade además otra cláusula semejante a ésta, "amarás a tu prójimo como a ti mismo"?... Ciertamente no es un mandato el amor, ¡¡nada más lejos!! es una buena noticia que nos señala una Presencia, que nos hace descubrir, que "somos", porque "Alguien" nos ha amado ya, dándonos el ser y la capacidad de amar en ese mismo amor en que hemos sido amados...

¿Cómo entonces no proclamar esta gracia, dándole a Dios esos atributos, que le hacen valer ante nosotros, acercando ese valor a los que aún no lo han descubierto?...  Cuando nos apoyamos en este don, descansamos seguros en la confianza, sabiendo que nada es al azar... Cierto que el dolor nos oprime; que nos agobia la oscuridad en el horizonte; que apoyarnos en Dios sin condiciones, pide de nosotros saltar al vacío de la fe, acunando nuestras dudas en la esperanza que no defrauda... la vida cristiana tiene soportes que mantienen firme los cimientos, pero a cambio de que tengamos la valentía de trascender la mirada al cielo trayendo a los primeros planos en la vida cotidiana los valores que harán posible una cosecha abundante, en esta siembra que es el tiempo, y la acción de Dios a lo largo de los días, que la fecunda...


Dejemos que el espíritu de Jesús, se una a nuestro espíritu, y eleve esta oración al Padre que está en los cielos, desde el clamor de cada uno de los peregrinos de este blog, que cada día rezamos unos por otros, teniendo en el punto de mira a los enfermos que vienen con nosotros cada día, fortaleciendo la fe para vivir el dolor con sentido... Pensemos en todos, uno a uno... también en sus familias... y volviendo los ojos al cielo, ayudados de la intercesión del Beato Tito, volvamos a suplicar... pedir... insistir... que recobren la salud para gloria de Dios y para que su testimonio lleve a otros muchos a la fe y la gracia...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro - Ave María - Gloria...