miércoles, 1 de septiembre de 2021

"Confío en tu misericordia, Señor, por siempre jamás"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Cuando materializamos la fe, le quitamos el alma, y lo que buscamos en ella es remedio para nosotros y lo nuestro, y eso no es la fe... Cuando por el contrario, permitimos a la fe irrumpir en nosotros por el acontecimiento que la provoca, la luz que nos habita de dentro a fuera, incorpora a la vida el misterio de Dios en nosotros, y con los otros, y cambiamos la percepción, la mirada y la actitud, abiertos al don que Dios nos desvela, en su Palabra y en su Voluntad...

Dejemos que la fe nos configure... aprendamos en la Palabra de Dios a ser como Dios nos ha pensado y creado, a vivir para el Reino ya en este mundo, a ser hermanos unos de otros, compartiendo con todos, lo que es de todos y para todos...

Salgamos de nuestro pequeño espacio y ampliemos las perspectivas iluminados por Jesús; vayamos con él, acojamos el anuncio del Reino, no manipulemos su Palabra, ni monopolicemos sus dones, Jesús es de todos, y para todos... Recemos con la Iglesia en su liturgia, hoy, el salmo 51, devolviendo a Dios su Palabra, poniendo a nuestra fe, tono de súplica confiada...

"Pero yo, como verde olivo,
en la casa de Dios,
confío en la misericordia de Dios
por siempre jamás. 

Te daré siempre gracias
porque has actuado;
proclamaré delante de tus fieles:
«Tu nombre es bueno»" (Salmo 51)... 


Recogiendo en nuestro recuerdo, a todos los que cada día nos damos cita mirando al cielo, pensemos en los enfermos del blog... que estén todos, uno a uno... también sus familias... que por la intercesión del Beato Tito, recuperen la salud, del cuerpo y del alma... y que por la gracia, nos acerquemos todos, cada día, al don de Dios, para que no temamos traspasar valles oscuros, sostenidos en la confianza de que Dios nos conduce y su amor nos sostiene...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria...