domingo, 22 de diciembre de 2019

"Va a entrar el Señor, él es el Rey de la gloria"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!

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Hace pocos días, la liturgia nos planteaba las misma lecturas que nos encontramos hoy, dejándonos escuchar las palabras del ángel a la Virgen con la gran propuesta de parte del cielo, y su acogida a la gracia entregándose libremente a la Voluntad de Dios, desprendida de su querer e intereses... Con su "hágase en mí según tu palabra", entra de lleno en el misterio de Dios, y sólo la esperanza y la fe, serán desde ese momento la luz de su camino...

Este acontecimiento no es uno más de los muchos que se suceden en la vida ¡¡éste es el acontecimiento!!... el giro de la historia se da sobre este hecho, y es por ello, y por este hecho, sigue siendo posible plantearnos la realidad a distintos niveles, acercándonos al verdadero sentido de vivir, oculto detrás del tiempo y que no debemos dejar eclipsar con ofertas pasajeras que nos despistan de esta gracia que centra el objetivo donde debemos hacer camino y recorrerlo...

La Iglesia se prepara, consciente, a recibir el don inmenso de la misericordia de Dios, que se aproxima tanto a nosotros, que Dios mismo no rehúsa tomar nuestra condición... ¡¡Dios hecho uno de nosotros!!... y el ser humano sigue disperso en las luces de colores que adornan el escaparate de la vida, como queriendo ocultar las sombras que nos envuelven y que la generan nuestros pecados... Dejémonos iluminar por la luz de Belén, y acojamos a Dios que viene... El salmo 23 confirma la fe en la alabanza, y es por ello, que la liturgia nos invita a rezar con él y con la Iglesia...

"Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el orbe y todos sus habitantes:
él la fundó sobre los mares,
él la afianzó sobre los ríos. 

¿Quién puede subir al monte del Señor?
¿Quién puede estar en el recinto sacro?
El hombre de manos inocentes y puro corazón,
que no confía en los ídolos. 

Ése recibirá la bendición del Señor,
le hará justicia el Dios de salvación.
Éste es el grupo que busca al Señor,
que viene a tu presencia, Dios de Jacob" (Salmo 23)...

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Recordando a los enfermos del blog... todos, uno a uno... también sus familias... miremos al cielo y pidamos con fe la salud para todos por la intercesión del Beato Tito... que no nos asuste el dolor, y que Dios nos alumbre para descubrir su sentido sin salirnos de la confianza, que sin duda saldremos todos de él fortalecidos y enriquecidos... ¡¡Él ha traspasado la muerte para que nada nos paralice mientras vamos de camino!!... y todo empezó silenciosamente en Nazaret, y vio la luz sin público, en Belén...
"confiando en el Señor, no me he desviado".

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …