miércoles, 27 de octubre de 2021

"Yo confío, Señor, en tu misericordia"...


Nos trae una vez más el calendario nuevo 27, que nos señala el punto de mira... Tenemos raíces que la fe va consolidando a golpe de confianza... nos fiamos de Dios, a pesar de que Dios no hace, tantas veces, las cosas como soñamos nosotros que podrían ser... surcamos así la vida, iluminando nuestras sombras en otra luz que va generando en nosotros la verdadera esperanza...

La vida descansa entre dos orillas, que el tiempo cruza entre vaivenes, y que sostenemos acertadamente los cristianos en el callado de la fe...


Jesús hace oídos sordo a la pregunta que se escucha hoy en el evangelio, «Señor, ¿serán pocos los que se salven?», y contesta con una propuesta dinámica, que sitúa la atención en el objetivo, y no en el entretiempo, «Esforzaos en entrar por la puerta estrecha»... No se trata de premios, sino de vivir el tiempo... no hay que esperar después, el don que germinará en la vida eterna, nos proporciona ya, en el aquí y ahora, toda su eficacia...

Tomemos en serio la vida y dejémonos conducir por la Palabra de Jesús, que nos abre veredas cada día, para que pisemos caminos que llevan donde vamos... Oportuno, como siempre, el salmo 12, para rezar hoy con la Iglesia, suplicando confianza para creer sin vacilar, firmes y seguros... Dios es fiel y su amor no defrauda...   

"Atiende y respóndeme, Señor, Dios mío;
da luz a mis ojos para que no me duerma en la muerte,
para que no diga mi enemigo: «Le he podido»,
ni se alegre mi adversario de mi fracaso. 

Porque yo confío en tu misericordia:
alegra mi corazón con tu auxilio,
y cantaré al Señor
por el bien que me ha hecho" (Salmo 12)... 


Recemos, como cada día, unos por otros… ayudémonos a creer hasta dar frutos de vida en el proyecto de Dios para este mundo, y para nosotros que habitamos en él… Recordemos a los enfermos del blog… todos, uno a uno… también sus familias… miremos al cielo suplicantes… pidamos la salud para todos los que caminan estas sendas oscuras de la enfermedad, y a la vez, pidamos nuevas gracias, que nos permitan a todos mantener la esperanza y la paz, hasta ver florecer la fe, en cada uno, para gloria de Dios…
"confinado en el Señor, no me he desviado"...

Oración escrita por el Beato Tito Bra
ndsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …