miércoles, 27 de enero de 2021

"Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec"...


Peregrino de la confianza ¡¡atiende!!, vuelve a sonar la campana anunciando 27!!, refrescándonos la memoria de que avanzamos dirección la confianza, echando raíces que va curtiendo el tiempo, haciendo historia compartida, consolidando vínculos reales y concretos, que alimenta la gracia por el milagro continuo de la comunión de los santos...

Los misterios de Dios, siendo insondables, están por la gracia a nuestro alcance, y son de los que la fe nos quiere nutrir el alma para que no vacilen nuestros pasos al andar, sino más bien, que todos los pasos nos permitan avanzar el camino cierto, que nos va llevando a la vida... 


Cuando Jesús mismo es quien nos explica el sentido de sus palabras, no hay mucho más que añadir; lo acertado es entonces creer y mantener la dirección al eco de sus palabras...

Seamos tierra buena y demos cabida a la Palabra de Dios cada día, hasta que nos penetre y seamos capaces de dar frutos del treinta, el sesenta, o el ciento por uno, por su misericordia...

"Oráculo del Señor a mi Señor:
Siéntate a mi derecha,
y haré de tus enemigos
estrado de tus pies.

Desde Sión extenderá el Señor
el poder de tu cetro:
somete en la batalla a tus enemigos. 

Eres príncipe desde el día de tu nacimiento,
entre esplendores sagrados;
yo mismo te engendré,
como rocío, antes de la aurora. 

El Señor lo ha jurado y no se arrepiente:
Tú eres sacerdote eterno,
según el rito de Melquisedec" (Salmo 109)...


Acogidos a la intercesión del Beato Tito, con la memoria en el recuerdo de nuestros enfermos... todos, uno a uno... también sus familias... pedimos la salud para todos, y un aumento de gracia que nos despierte el alma a la fe y la confianza...
confiando en el Señor, no me he desviado...

Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …