viernes, 6 de noviembre de 2020

"Vamos alegres a la casa del Señor"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Sigue la liturgia acercándose al final del ciclo de este año, y va confrontando actitudes válidas e inválidas, ayudándonos a hacer balance para que veamos de qué lado caemos nosotros cuando actuamos... ¿Somos astutos como los hijos de las tinieblas, o nos esforzamos en pertenecer a los hijos de la luz?... No son los hijos de la luz los que pierden, los que aparentan perder porque eligieron hacer el bien, a pesar de que no hacerlo sea irrelevante ¡¡cuánto incita nuestro mundo y nuestra cultura a ello, mentalizándonos de que todo vale!! ¡¡cómo nos dejamos engañar, sin valorar la degeneración que esto nos provoca, mutilando nuestra dignidad y la de los demás, por el utilitarismo y el egoísmo materialista!!...

¿Quién se libra de estas garras sin Dios? ¿quién despierta la conciencia sin mirar más alto, seguros de que nos equivocamos si absolutizamos lo relativo, con artimañas, que el tiempo derrumba?... Dios nos ha dado todo gratuita y generosamente, y cuando volvamos a Él, querrá reconocer en nosotros los frutos de esos dones que quiso repartir a todos, desde nuestras propias manos, pero que son suyos... No seamos inconscientes como niños caprichosos, que la vida es don y misterio, pero nos desvelará su luz, a su tiempo, permitiéndonos reconocernos en ella como fuimos, y cómo debimos ser..

Despertemos a lo real y dejémonos de ensoñaciones... la Palabra de Dios es luz para nuestros pasos inciertos, y hemos de aprender en ella lo que Dios dice y quiere que hagamos mientras vivimos... El salmo 121 es un suspiro del alma que peregrina la vida con la mirada fija en la meta, al que podemos unirnos gracias a la liturgia, encontrándonos con tantos otros como aspiran a lo mismo, y lo procuran mientras se acercan a ello cada día...

"¡Qué alegría cuando me dijeron:
«Vamos a la casa del Señor»!
Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén. 

Allá suben las tribus, las tribus del Señor,
según la costumbre de Israel,
a celebrar el nombre del Señor;
en ella están los tribunales de justicia,
en el palacio de David" (Salmo 121)...


Apoyemos nuestra fe, unos en otros y miremos al cielo confiados... recordemos a los enfermos del blog... a todos, uno a uno... también sus familias... imploremos la intercesión del Beato Tito y pongamos en común nuestras intenciones... Que nuestro camino de fe se fortalezca en las enseñanzas de Jesús y seamos hombres y mujeres de esperanza, solidarios con los últimos... que Dios conceda la salud a los enfermos para que la gloria de Dios se refleje en nuestro ser y actuar...
"Confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria