viernes, 18 de diciembre de 2020

"En sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Hoy la liturgia contempla en la Virgen la virtud de la esperanza, muy cercano el gran día de la natividad de Jesús, Enmanuel, Dios-con-nosotros... El misterio de la Virgen es una escuela para la fe y la vida de la gracia en el alma del creyente... Acercándonos a la Virgen aprendemos confianza... Dios se complace en los sencillos, que comprenden sin entender, que Dios sólo hace cosas buenas, y que su amor para con nosotros desborda nuestra razón y nuestros razonamientos...

¿Cómo podemos pretender un Dios a nuestra medida, que quepa en nuestra cabeza, y que actúe desde nuestros parámetros? ¿sería Dios? ¿sería justo? ¿podría resolver nuestros "entuertos"? ¿arreglaría nuestros desórdenes con las consecuencias a donde vamos llevando las cosas, sumergidos en las pasiones y el ansía de dominar la existencia, donde nos ha situado la idolatría, seducidos por la mentira y la soberbia al pretender una vida por encima de nuestras posibilidades?...

¡¡Dios es otra cosa, gracias a Dios!!... Él desciende a nuestra medida para llenar nuestros vacíos, y hace grande a quien le permite desbordarse dentro de él, como vemos en la Virgen y en San José, "pasados de moda" es cierto, pero ¿dónde nos llevan las modas? al abismo... ¿hacia dónde nos conduce Dios? a la vida de la gracia, y a la luz del misterio que se revela, para llenarnos de luz y de paz, seguros de que acertamos al confiar sin poner trabas a la Voluntad de Dios... Vayamos a Belén con María y José, a ver a Dios en la ternura indefensa de un niño recién nacido, y que es quien nos salva...

 "Dios mío, confía tu juicio al rey,
tu justicia al hijo de reyes,
para que rija a tu pueblo con justicia,
a tus humildes con rectitud. 

 Él librará al pobre que clamaba,
al afligido que no tenía protector;
él se apiadará del pobre y del indigente,
y salvará la vida de los pobres. 

Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
el único que hace maravillas;
bendito por siempre su nombre glorioso;
que su gloria llene la tierra.
¡Amén, amén!" (Salmo 71)... 


Recordando a nuestros enfermos, peregrinos de la confianza, con los que vamos haciendo camino cada día, en nuestro blog... pedimos al cielo para ellos, la salud, la fortaleza, la esperanza, la fe... nos apoyamos en la intercesión del Beato Tito, poniendo ante él nuestra confianza, presentándole nuestras súplicas para que las lleve a Dios, y Dios las cumpla...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria