viernes, 20 de noviembre de 2020

"¡Qué dulce al paladar tu promesa, Señor!"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Nuestro mundo, cultural y socialmente hablando, desacraliza la fe, y no en el terreno de lo profano, sino también en lo religioso; es la corriente que impera, y lo consigue... Y Jesús, hoy, alza la voz para poner en valor el sentido de lo sagrado... Nos perdemos la gracia de la revelación, por empeñarnos en decidir nosotros el contenido de la fe y sus formas, y cuestionamos la persona de Jesús y su Palabra, aturdidos por las voces de la mentira que quitan el alma a la fe, y consiguen a la vez, dejarnos enfrentados entre nosotros...

Atrevámonos a cambiar el rumbo a la vorágine impositiva que arrasa, minando todos los espacios, y abramos cauce a la Palabra de Jesús, que es donde hay respuestas y hallazgos para las preguntas del corazón humano, peregrino de otros mundos, y no turistas en el tiempo, desprovistos de sentido común, perdido en ensoñaciones que matan la inocencia, nos enfrentan unos a otros, y recortan el infinito, quitándonos de la vista el cielo... 

La mejor oración que podemos hacer hoy, nos la sirve la liturgia con el salmo 118... alimentemos la fe en la Palabra de Jesús, y agradezcamos a Dios su luz y su amor, paciente, magnánimo, misericordioso...

"Mi alegría es el camino de tus preceptos,
más que todas las riquezas..
 Tus preceptos son mi delicia,
tus enseñanzas son mis consejeros.

Más estimo yo la ley de tu boca
que miles de monedas de oro y plata. 
¡Qué dulce al paladar tu promesa:
más que miel en la boca! 

 Tus preceptos son mi herencia perpetua,
la alegría de mi corazón. 
 Abro la boca y respiro,
ansiando tus mandamientos" (Salmo 118)...


Volvamos a rezar para que de verdad despertemos al deseo de Dios sobre nosotros, y se realice con nuestra adhesión a ello -en cada uno- la obra de la gracia... Pensemos, hasta recordar a todos, en los enfermos del blog, uno a uno... también sus familias... Miremos al cielo amparándonos una vez más en la intercesión del Beato Tito, para que presente ante la Virgen y su Hijo nuestras súplicas confiadas... Sabemos que pedimos milagros, pero es aquí donde se pueden pedir, y desde aquí, de donde se pueden esperar... cultivemos la fe hasta recoger sus frutos...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria