domingo, 23 de agosto de 2020

"Señor, tu misericordia es eterna, no abandones la obra de tus manos"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


En el evangelio de hoy Jesús quiere hacer salir a sus discípulos del "corrillo" de los dimes y diretes "¿qué dice la gente?"... y devolverles a sí mismos para que las respuestas a las grandes preguntas no sean improvisadas, sino que tengan raíz en nosotros y podamos dar razón cierta de nuestra esperanza... ¿Conocemos a Jesús, o sólo hemos oído hablar de él? ¿escuchamos su Palabra, conocemos el timbre de su voz, o nos basta lo que dicen otros, lo que nos dicen que dice, dijo, o, ha dicho?...

No venimos a la vida al azar, ni separados del núcleo de donde brota el aliento a todo lo que respira... siendo obvio este principio exige un proceso que no todos, ni siempre, acertamos a elaborar... Jesús nos sale al encuentro, nos oferta darse a conocer, diciéndonos quién es Él y quiénes somos nosotros... y si ahondamos un poco más, para qué somos nosotros... todos tenemos un sitio expreso donde nuestro don es necesario al conjunto en el proyecto de Dios...

El salmo 137 es una bonita oración para responder a la Palabra de hoy, agradecidos de que la obra la comenzó Dios mismo al pensarnos y al crearnos, y ojalá sepamos nosotros adherirnos a ella y llegar al final permitiéndole hacer en nosotros y con nosotros su Voluntad...

"Te doy gracias, Señor, de todo corazón;
delante de los ángeles tañeré para ti,
me postraré hacia tu santuario,
daré gracias a tu nombre. 

Por tu misericordia y tu lealtad,
porque tu promesa supera a tu fama;
cuando te invoqué, me escuchaste,
acreciste el valor en mi alma. 

El Señor es sublime,
se fija en el humilde
y de lejos conoce al soberbio.
Señor, tu misericordia es eterna,

no abandones la obra de tus manos" (Salmo 137)...


Recordando a los enfermos del blog, como cada día... todos, uno a uno... también sus familias... miremos al cielo suplicantes y acudamos a la intercesión del Beato Tito para que consigamos de la misericordia de Dios, la gracia de la salud para ellos, y un aumento de gracia para creer, esperar, amar, en el mismo amor que somos amados... 

"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria