viernes, 4 de mayo de 2018

"Lo que mide la perfección de las personas es su grado de caridad, no la cantidad de datos y conocimientos que acumulen"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


 "El gnosticismo supone «una fe encerrada en el subjetivismo, 
donde solo interesa una determinada experiencia o una serie de razonamientos 
y conocimientos que supuestamente reconfortan e iluminan,
 pero en definitiva el sujeto queda clausurado
 en la inmanencia de su propia razón o de sus sentimientos»"(n. 36).

Avanzamos en la propuesta de lectura de la exhortación del Papa “Alegraos y regocijaos”, y cerramos el primer capítulo con el boceto del cristiano, que decide, identificado con su ser único y su propio don, dar a la vida carácter de misión, una vez descubierto y asumido, que sólo hay un reto al vivir: alcanzar en nuestra propia medida, "la parte", dentro de la "totalidad de Cristo", que nos pertenece; acercándonos así a la Voluntad de Dios, que no es otra cosa, que nuestra propia santificación... 

En el capitulo 2, el Papa nos advierte, a fin de que no nos dejemos atrapar por corrientes heréticas de gran actualidad, en concreto "el gnosticismo" -una mente sin Dios y sin carne- y el "pelagianismo" -una voluntad sin humildad-, que pretenden seducir con propuestas engañosas, que falsifican el contenido de la verdad católica... Nos dice el Papa "estas dos formas de seguridad doctrinal o disciplinaria dan lugar «a un elitismo narcisista y autoritario, donde en lugar de evangelizar lo que se hace es analizar y clasificar a los demás, y en lugar de facilitar el acceso a la gracia se gastan las energías en controlar. En los dos casos, ni Jesucristo ni los demás interesan verdaderamente»" (n. 35)...


Anotemos: "Los «gnósticos» descarnan el misterio y prefieren -equivocadamente- «un Dios sin Cristo, un Cristo sin Iglesia, una Iglesia sin pueblo»" (n. 37)... "se trata de una superficialidad vanidosa: mucho movimiento en la superficie de la mente, pero no se mueve ni se conmueve la profundidad del pensamiento. Sin embargo, logra subyugar a algunos con una fascinación engañosa, porque el equilibrio gnóstico es formal y supuestamente aséptico, y puede asumir el aspecto de una cierta armonía o de un orden que lo abarca todo" (n. 38)...

"Es propio de los gnósticos creer que con sus explicaciones ellos pueden hacer perfectamente comprensible toda la fe y todo el Evangelio. Absolutizan sus propias teorías y obligan a los demás a someterse a los razonamientos que ellos usan. Una cosa es un sano y humilde uso de la razón para reflexionar sobre la enseñanza teológica y moral del Evangelio; otra es pretender reducir la enseñanza de Jesús a una lógica fría y dura que busca dominarlo todo" (n.39)...


Sabemos que la fe tiene alma y tenemos que ir a su encuentro con todos los recursos que nos salen al paso, dejándonos adoctrinar por quienes conocen los senderos de la verdad y la expresan con su testimonio... Es fácil dejarnos seducir por la apariencia... la imagen... acomodarnos a la fe práctica que no compromete lo profundo de nosotros mismos... Hay que dar el salto hasta involucrarnos y permitir que prenda en nosotros la caridad que vive del amor que recibe de Dios, y lo ofrece con la misma gratuidad con que Dios lo otorga...

Recemos unos por otros, e impulsemos la fe en la luz que desprenden los demás... miremos al cielo y pidamos ayuda para acoger el don de Dios en la gracia que Dios nos acerca con cada acontecimiento... cada circunstancia... cada hermano... Pensemos, hasta recordar a todos, en los enfermos del blog, uno a uno... también en sus familias... Recemos con fe por la salud de todos y pongamos en manos del Beato Tito, nuestro intercesor, los anhelos que contenemos cada uno en el corazón, en la espera paciente de ver coincidir la Voluntad de Dios, con lo que queremos recibir, fruto de nuestra fe humilde... confiada... insistente... perseverante...
"confiando en el Señor, no me he desviado"·...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María