martes, 15 de enero de 2019

Diste a tu Hijo el mando sobre las obras de tus manos...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Si supiéramos interpretar al vivir el contenido del salmo 8, las lectura de la misa de hoy, tendrían capacidad, más que suficientes, para darnos el talante acertado ante la vida y su misterio... Pero, qué difícil al ser humano, entenderse referido al Creador, como criatura... Queremos el dominio sobre la creación y nos apropiamos de ella, y no aceptamos el dominio de Dios sobre nosotros... Sólo Jesús ha demostrado dependencia absoluta de la Voluntad de Dios, entrando en sus caminos, inescrutables, oscuros tantas veces, pero firmes y seguros...

Hay versículos en la  primera lectura, verdaderamente dignos de ser escuchados con corazón creyente y orante, dándoles cabida dentro de nosotros, dejándoles iluminar nuestra fe para poder vivirla de forma coherente y comprometida como cristianos convencidos de que Dios sabe lo que hace y a Él sólo pertenece la última palabra, sobre las cosas y sobre nosotros mismos...

Recemos con la liturgia y tomemos conciencia de que recibimos de Dios el ser, gratuitamente, para canalizar y expandir la gracia por los veneros de la Iglesia, acercando nuevos hijos a la presencia de Dios, desvelado en Jesús, que habita para siempre entre nosotros mostrándonos el querer del Padre, para nuestro bien y el bien de otros muchos...

"Señor, dueño nuestro,
qué admirable es tu nombre en toda la tierra!
¿Qué es el hombre, para que te acuerdes de él,
el ser humano, para darle poder?

 Lo hiciste poco inferior a los ángeles,
lo coronaste de gloria y dignidad,
le diste el mando sobre las obras de tus manos. 

Todo lo sometiste bajo sus pies:
rebaños de ovejas y toros,
y hasta las bestias del campo,
las aves del cielo, los peces del mar,
que trazan sendas por el mar" (Salmo 8)...


Pensemos -como cada día- en los enfermos del blog... en todos, uno a uno... también sus familias... Que la intercesión del Beato Tito, nos acerque desde el cielo la bendición del Señor, dando la salud a cada uno... Que cada peregrino de la confianza, se atreva a dar a Dios su sitio, y que nuestro modo de vivir sea luz para los que aún viven a oscuras separados de la gracia...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro - Ave María - Gloria...