martes, 9 de junio de 2020

"Haz brillar sobre nosotros, Señor, la luz de tu rostro"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


El cristiano condimenta la vida discretamente, sin alarde, pero apuntando a un norte que hay que hacer visible a tantas cegueras y sombras como impiden llegar la luz al camino de la vida, a fin de reconocer la verdad, optar por ella, vivir en ella y expandirla para que la encuentren muchos... No es la fe una luz cualquiera, pero sí es la única luz capaz de abrirnos paso en los entresijos de cualquier sendero que muestra dificultad para ser atravesado... ¡¡pisamos tantos tramos oscuros, que ojalá encontremos siempre quien nos acerque a esta posibilidad de llegar donde vamos, sin tener que ir desorientados, confusos, inseguros!!...

El testimonio que aporta la fe tiene que ser veraz... la fe, que es eficaz en sí misma, no es abstracta, ni difusa... la fe da forma al pensar, al sentir, al mirar de quien a su luz alumbra su vida; y sabor, al hacer de quien vive referido a esta gracia, pues de ella florece otros valores, nace otros recursos, y permite otros enfoques que hace percibir otra amplitud, otros objetivos, y otros planteamientos... Esta gracia es don, pero nuestra actitud frente a ella nos determina; de ahí, que sea urgente dejarnos atrapar en su espacio y movernos en sus lindes...

El salmo 4, traído hasta nosotros hoy por la liturgia, es una oración oportuna para rezar, con la misma Palabra de Dios, que nos ayuda a crear conciencia de la necesidad que tenemos de acercarnos a Dios, recibir de Él sus dones y aprender su enseñanza... recemos con fe, y creamos lo que rezamos hasta que se cumpla en nosotros...

"Escúchame cuando te invoco, Dios, defensor mío;
tú que en el aprieto me diste anchura,
ten piedad de mí y escucha mi oración.
Y vosotros, ¿hasta cuándo ultrajaréis mi honor,
amaréis la falsedad y buscaréis el engaño? 

Sabedlo: el Señor hizo milagros en mi favor,
y el Señor me escuchará cuando lo invoque.
Temblad y no pequéis,
reflexionad en el silencio de vuestro lecho.

Hay muchos que dicen: «¿Quién nos hará ver la dicha,
si la luz de tu rostro ha huido de nosotros?»
Pero tú, Señor, has puesto en mi corazón más alegría
que si abundara en trigo y en vino" (Salmo 4)...


Seguimos, rezando por los enfermos, con el corazón en la confianza... recordamos a  todos, uno a uno... los del blog... los sumados por la pandemia... los que no lo han podido superar... las familias ¡¡tantas familias atravesando tempestades!!... son muchos los que necesitan fortaleza, y fuerza para luchar sin desfallecer, y nosotros queremos ayudarles a todos... Miramos al cielo y pedimos la intercesión del Beato Tito, para que nuestra fe, llevada por la suya, a la presencia de Dios, atraiga para todos, lo que pedimos con insistencia... la salud y la conversión, porque el tiempo siempre es breve y merece ser aprovechado... 

"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria