viernes, 25 de octubre de 2019

"Instruyeme, Señor, en tus decretos"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Muy expresiva y sugerente la palabra servida hoy en la liturgia para acercar nuestros pasos al discernimiento, en la búsqueda de la verdad, que nos permita pisar firmes por caminos ciertos y seguros...

No es la intuición subjetiva la clave de interpretación de la realidad; no, mejor, la atención reflexiva, el contacto asiduo con la Palabra de Dios, la sabiduría que emerge de la fe, de la gracia, de la oración... La escuela de la vida nos reta a enfrentarnos a las fuerzas del mal, a la mentira, a los criterios oscuros que enmascaran el bien con las causas contrarias que lo harían posible... Es bueno empezar por la súplica, por la aceptación humilde de nuestra debilidad... 

Pidamos ayuda al Señor, recemos con la Iglesia la misma palabra que resuena hoy en el corazón de cada creyente que mira al cielo necesitado de luz, de fuerza, de criterios acertados para mantener la dirección a la verdad, a la luz, a la paz... 

"Enséñame a gustar y a comprender,
porque me fío de tus mandatos.

Tú eres bueno y haces el bien;
instrúyeme en tus leyes.

Que tu bondad me consuele,
según la promesa hecha a tu siervo. 

Cuando me alcance tu compasión, viviré,
y mis delicias serán tu voluntad. 

Jamás olvidaré tus decretos,
pues con ellos me diste vida.

Soy tuyo, sálvame,
que yo consulto tus leyes"(salmo 118)...


Seguimos aprendiendo en la escuela de la comunión de los santos, donde todos recibimos más que damos, sintiéndonos urgidos a aportar al conjunto para que haya para todos... Pensamos y recordamos a los enfermos del blog... todos, uno a uno, también sus familias... caminamos cerca de todos, con el interés, el cariño, la oración, la fe y la confianza, amparándonos en la intercesión del Beato Tito, mirando al cielo, seguros del amor de Dios, de su Poder y de su misericordia...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …