miércoles, 11 de noviembre de 2020

"El Señor es mi pastor, nada me falta"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Cuando encontramos en la liturgia un pasaje del evangelio donde queda manifiesto el corazón compasión de Jesús, por el poder de sus signos, sentimos una atracción grande hacia esa fuerza, en el deseo de ser también nosotros tocados misericordiosamente por ella... Pero no está ahí el deseo de Dios sobre nosotros, ni es ése el objetivo, cuando Jesús actúa prodigiosamente...

Jesús no se exhibe ante nosotros, ni nos está mostrando al hacer milagros un mundo iluso, fuera de lo real, sin obstáculos, donde sólo hay que recetar deseos para que se cumplan ¡¡no!! el poder de Dios, que Jesús revela, tantas veces y de tantas maneras, es una llamada de atención para que despertemos a la fe, a la gracia y a la trascendencia, que es el verdadero milagro que la vida ofrece, y que Dios concede siempre, si lo queremos aceptar... Los milagros son sobre esta base, o para ponernos sobre ella; y ahí está nuestra responsabilidad al pedirlo y al quererlo...

Los leprosos que pidieron a Jesús ser curados, se fiaron de la Palabra de Jesús antes de quedar limpios de la lepra... Escuchemos también nosotros su Palabra, y cumplamos la voluntad contenida en ella, porque Dios da siempre el ciento por uno, a quien no pone condiciones a su hacer y su querer... El salmista lo trae hasta nosotros hoy, invitándonos a descansar en el amor incondicional de Dios, que viene con nosotros, mientras vamos de camino, hacia la Vida que no acaba...

"El Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar;
me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas. 

Me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre.
Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú vas conmigo:
tu vara y tu cayado me sosiegan. 

Preparas una mesa ante mí,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa. 

Tu bondad y tu misericordia me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término" (Salmo 22)...


Seguimos pisando tierra movediza, cada día más necesitados de Dios ¡¡aturde el grito del mundo!! ¿cómo paliar tanto dolor?... reforcemos la oración, sostengamos entre todos la llama de la fe... Pensemos, como cada día, en los enfermos del blog... todos, uno a uno... también sus familias... sumemos los infectados de esta pandemia y todas las tragedias que van naciendo de ella, y pidamos para todos socorro al cielo por la intercesión del Beato Tito... en su fe apoyamos la nuestra, ansiosos de ver frutos de vida nueva entre nosotros, que nos adhieran al Señor, comprometidamente...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria