sábado, 22 de julio de 2017

Día 5.- Beato Tito, ruega por nosotros...



El P. Tito era un hombre alegre: Existe una foto de nuestro P. Tito en su viaje hacia los Estados Unidos, en el barco, acompañado por varias personas. Todos ellos aparecen riendo (y con ganas). No sabemos el motivo de su risa, pero sí se intuye la conversación animada y alegre. Este era uno de los rasgos esenciales de su carácter: esa alegría que brota de lo más profundo del alma y que empapa toda una vida, hasta en las situaciones más deprimentes. Pero conviene señalar que la alegría del Beato Tito no era una de esas "alegrías" que a veces nos han pintado en los santos, tan profundas y espiritualizadas, tan teologales, que no se concretaban en nada. Esta era una alegría real, a flor de piel, hasta si se quiere, con una pizca de buen humor e ingenio. No le faltaban razones para la preocupación o el desánimo: el exceso de trabajo, la situación política -no sólo en Alemania, también en su país, donde los simpatizantes del Nacional-socialismo iban poco a poco imponiendo sus criterios- o la precaria salud que le acompañó durante toda su vida. Pero no era Tito el hombre quejoso y lánguido que arrastra la existencia propia como un pesado fardo, sino más bien el hombre que saca plenamente el jugo a la vida, allí donde el Señor le ha llamado, el hombre que disfruta de su trabajo, que ama lo que hace y se entrega a ello apasionadamente, el hombre que mira su vida y descubre en ella mil cosas en las que alegrarse y por las que dar gracias. Así en 1938, cuando la debilidad le obligó a permanecer en la cama por una temporada, aquejado de una infección bastante seria, escribía a sus familiares en estos términos: Los bacilos son traicioneros y están muy al día. Empiezan la ofensiva sin declaración oficial de guerra. Pero os aseguro que no tienen nada en absoluto que hacer cuando los trabajos aprietan...
Este carácter no cambió ni siquiera en los momentos tan duros de la cárcel y los campos de concentración. Hizo realidad aquella frase que él mismo había pronunciado años atrás, en circunstancias mucho más agradables: Donde esté yo, tiene que haber fiesta... En este sentido se comprenden algunas de las anécdotas más famosas de esa parte de la biografía del P. Tito. Sabemos que en la prisión de Scheveningen escribió un pequeño diario, una descripción de su celda y la vida que allí desarrollaba, así como varias cartas y el poema Ante una imagen de Jesús, en mi celda. Pues bien, en uno de estos escritos, narra su sentimiento al ser encarcelado, ese momento dramático en que siente cerrarse tras de sí la puerta que nunca más se volverá a abrir sino para ir de una prisión a otra: ... pero cuando uno es encerrado por primera vez y de noche, en una celda carcelaria y cierran tras de ti la puerta con llaves y cadenas, uno se queda estupefacto durante unos instantes, aunque el hecho de ser encarcelado a mi avanzada edad me provocaba risa, más bien que tristeza... ¡Aquí me tenéis pues!
Asimismo, en una de las cartas que se conservan desde la celda 577 de la prisión de Scheveningen, tranquiliza a sus familiares con estas palabras: Psíquicamente no sufro, tampoco tengo necesidad de llorar ni de suspirar. Es más, incluso canto por lo bajito -a mi manera, por supuesto-...
El lector avezado sabrá intuir la grandeza de ánimo y la profunda espiritualidad que se esconde detrás de este “sentido del humor” que probablemente no es sino el fruto de una verdadera desmitificación de tantos ídolos que nos esclavizan y entristecen.


Las personas que viven cerca de Dios y de la gracia, ven el dolor de manera diferente, porque sus perspectivas son otras... la fe, hace gigantes que pueden combatir y salir victoriosos de las más duras batallas, porque en el corazón está impresa la seguridad de que la última palabra no la tiene el dolor, ni nada de lo que pueda nublarnos el horizonte... Dios es Bueno y su Voluntad nos conduce siempre al bien, aunque haya tramos que duele pasar por ellos... quien decide pasarlos en Sus Manos, o de Su Mano, es quien puede mantener la paz y la alegría de saber que las promesas están hechas antes de pasar nosotros por aquí, y los que pasaron antes, han visto ya que Dios no miente... ¡¡no quedaron defraudados!!

Pensamos a veces que "arriesgarse" a vivir en cristiano es mermar nuestras posibilidades, sin pensar en lo que aporta la fe y la gracia a nuestra vida, haciéndonos capaz de ampliar el horizonte hasta traspasar el tiempo, con la estampa en el corazón, de lo que aguarda la meta que conquistamos... podemos vivir confiados en medio de la noche, porque hay un mañana, y es además, para nosotros...


En este quinto día de novena, seguimos decididos a recorrer caminos de esperanza, apoyados en la Palabra de Dios y el ejemplo de los santos -en concreto de nuestro entrañable intercesor, Beato Tito- desde dentro del misterio de la comunión de los santos ¡¡torrente de gracia que compensa nuestras pequeñeces y falta de decisión, en la fuerza de quienes ya llegaron, firmes y decididos!!... queremos acercarnos a la Voluntad de Dios, seguros de que en Ella, reside el bien para nosotros... la vida misma nos va conduciendo a este destino, poniéndolo a nuestro alcance, con los mil sucesos a los que cada día nos hemos de enfrentar y afrontar...

Vamos a recordar a nuestros enfermos y vamos a rezar por ellos y con ellos... -José Luis salió bien de la intervención y se recupera favorablemente... También Blas, mejora; parece ser que esta vez la intervención ha surtido el efecto deseado... Adriana no termina de estabilizarse y hay que darle un refuerzo... Ana sigue en espera de los resultados y Mercedes, Juan y Lina siguen su curso en la recuperación de las recientes intervenciones-... los demás cada uno en su situación concreta, desde el mismo apoyo e interés son presentados en la oración diaria... ellos y sus familias... sabemos que necesitan la fuerza de la gracia y que nuestro cariño y apoyo son un estimulo que les ayuda a luchar y mantener el ánimo... Vamos a recurrir al Beato Tito, nuestro intercesor, dispuesto a recorrer con nosotros el camino de la fe y enseñarnos a sacar "arrestos" para hacernos fuertes en lo que de verdad merece la pena empeñarse y decidirse... Él le llevará a la Virgen, nuestra Madre, nuestras súplicas, y el cielo llegará hasta nosotros, permitiéndonos enraizarnos en la confianza... dando a nuestra fe y esperanza, los frutos deseados...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …