martes, 15 de septiembre de 2020

"Sálvame, Señor, por tu misericordia"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!

Sálvame, Señor, por tu misericordia”… – POR LA INTERCESIÓN DEL BEATO TITO  BRANDSMA

Ayer celebraba la liturgia la fiesta de la Cruz, y hoy, los Dolores de la Virgen... Madre e Hijo dentro de un mismo misterio, desde dos perspectivas, iluminando caminos y generando gracia con que la humanidad encuentre la esperanza para vivir con sentido todo lo que la vida trae consigo...  Nosotros solemos absolutizar lo relativo, influenciados por las corrientes de turno, y lo esencial, casi no nos reclama desde dentro... idolatramos lo transitorio y damos a lo temporal todo el énfasis de nuestros anhelos, por lo que caminamos de frustración en frustración, sin ver realizar nuestros sueños...

Si miramos a la Virgen, desde que la Voluntad de Dios le marcó un itinerario diferente del que ella había ideado, nos damos cuenta que la vida necesita incorporar a lo cotidiano lo trascendente, si queremos dar luz a las sombras de la noche, que tanto trecho ocupan del camino...

Acerquémonos a la fe de la Virgen... agradezcamos a la Virgen su fe... su fe encendió al mundo la esperanza, hasta darnos a Jesús a todos... Los secretos del alma de la Virgen son el fruto de la gracia consentida, que Ella quiere compartir con nosotros, enseñándonos a creer, amar y esperar... Oportuno, una vez más. el salmo 30, para expresar la fe en la alabanza...

"A ti, Señor, me acojo:
no quede yo nunca defraudado;
tú, que eres justo, ponme a salvo,
inclina tu oído hacia mí.

Ven aprisa a librarme,
sé la roca de mi refugio,
un baluarte donde me salve,
tú que eres mi roca y mi baluarte;
por tu nombre dirígeme y guíame. 


Sácame de la red que me han tendido,
porque tú eres mi amparo.
A tus manos encomiendo mi espíritu:
tú, el Dios leal, me librarás.

Pero yo confío en ti, Señor,
te digo: «Tú eres mi Dios.»
En tu mano están mis azares:
líbrame de los enemigos que me persiguen. 

Qué bondad tan grande, Señor,
reservas para tus fieles,
y concedes a los que a ti se acogen

a la vista de todos" (Salmo 30)...

Salmo del día (Miércoles, 20 de junio de 2018) - La Luz de Maria

Miremos al cielo, como cada día, con el recuerdo en los enfermos del blog... todos, uno a uno... también sus familias... que por la intercesión del Beato Tito, recuperen la salud y crezcan en la confianza de corazón, por la esperanza y la fe...

"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria