martes, 24 de marzo de 2020

"El Señor de los ejércitos está con nosotros, nuestro alcázar es el Dios de Jacob"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!

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La oferta que nos hace Jesús hoy en el evangelio debería sernos seductora si la escuchamos cuerpo a cuerpo "¿quieres quedar sano?"... Puede que también nosotros llevemos años mirando a los otros resolver sus situaciones, con más posibilidades que nosotros, con más estímulos, con más suerte diríamos en lenguaje común... ¡¡si yo...!! ¡¡si a mí... !!... Bueno, pues hoy, nos toca "la lotería" si acercamos el oído a la liturgia y creemos a Jesús, que nos dice decididamente, "coge tu camilla y echa a andar"... La camilla de la "cojera" que tengas, ¿qué más da?, mientras no agilicemos el alma, todo se volverá carga, con salud física o faltos de ella... Tengamos el valor de iniciar al eco de esta propuesta, un camino personal, sin olvidarnos quién nos dice "ponte en pie", y dónde se imagina que puedes llegar, quien sin condiciones, te ofrece salir corriendo... ¡¡Ojalá sea verdad que queremos sanar el alma, única medicina para vivir y dar vida...  

Ahora que vemos el azote global con el derrumbe de todo en cuestión de días, sintiendo la amenaza real de quedar todo a medio camino, ¿para qué queremos vivir?... ¿han cambiado nuestras perspectivas?... ¿seguimos ambicionando egoístamente, comodidad, bienestar, progreso destructor; o empezamos a soñar nuevos retos?... ¿estamos dispuestos a construir el mundo sobre cimientos de humanidad?... pero ¡¡abarcando el planeta!!... todas las realidades que lo ocupan, no sólo las que nos favorecen a nosotros...

Reaccionemos a este momento presente con realismo, y tengamos la valentía de acoger la gracia que Dios nos ofrece, para emprender una nueva dirección, más coherente, más real, más esperanzadora... Creamos la Palabra de Dios, y convirtámonos a la fe, comprometida, humilde, dependiente de quien de verdad dependemos... y aprendamos a vivir acogiendo el don de cada momento, entregado a cada uno amorosamente, por las manos creadoras de quien de verdad nos ama... Recemos conscientes el salmo 45 con la liturgia, y, reaccionemos...

"Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza,
poderoso defensor en el peligro.
Por eso no tememos aunque tiemble la tierra,
y los montes se desplomen en el mar. 


 Un río y sus canales alegran la ciudad de Dios,
el Altísimo consagra su morada.
Teniendo a Dios en medio, no vacila;
Dios la socorre al despuntar la aurora. 


El Señor del universo está con nosotros,
nuestro alcázar es el Dios de Jacob.
Venid a ver las obras del Señor,

las maravillas que hace en la tierra" (Salmo 45)...

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No desviemos la mirada del corazón de Dios, y sigamos cada día bombardeando el cielo, suplicando humildemente ser escuchados... Pensemos, hasta recordar a todos, en los enfermos del blog... uno a uno... también sus familias... ampliemos el radio y que quepan también los infectados por esta pandemia... recojamos el dolor del mundo y entreguémoslo a la fe para que florezca en nuevas gracias, que nos permitan acercarnos al Señor con vínculos de fidelidad, que nos lleven a la vida de la gracia... Que nos dé este impulso sincero la intercesión del Beato Tito, a quien nos acercamos cada día, necesitamos de la misericordia de Dios, esperanzados, humildes y seguros...
"confiando en el Señor, no me he desviado"... 

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …