lunes, 15 de febrero de 2021

"Ofrece a Dios un sacrificio de alabanza"...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


La liturgia de hoy vuelve a poner ante nosotros la actitud torcida de los fariseos poniendo trabas a Jesús, para enseñarnos que la fe es un voto de confianza ofrecido a Dios sin condiciones, y no un pulso sometiendo a Dios a nuestras condiciones...

Los signos de Dios son más profundos y de más envergadura que nuestras demandas interesadas, olvidándonos tantas veces al pedir, de lo que Dios pide de nosotros... ¡¡si tuviéramos fe, la voluntad de Dios sería nuestro objetivo, y los milagros continuos que no dejan de sucederse, el alimento de nuestra fe!!... pero la trampa está en que vivimos centrados en nuestras cuitas e intereses, olvidados de que las perspectivas son otras, y el horizonte más amplio que el "metro cuadrado" que ocupamos nosotros en el mundo, que es de todos y para todos...

Abramos el oído a la Palabra de Dios... hoy, la primera lectura de la misa, nos pone delante el asesinato de Caín a su hermano Abel, llamándonos la atención sobre el egoísmo y la envidia, que de tantos disfraces se visten, y tan fácil es caer en su garras... es estremecedor el grito de Dios "la sangre de tu hermano me está gritando desde la tierra"... y podemos ser nosotros, los que pasando de largo, seamos también causa de este horror que Dios detesta, y para lo que pide justicia en su Palabra, señalando un mal que hay que evitar, y al que nuestro mundo incita sin parar, pasando por alto la Voluntad del Dueño de la vida y de todo lo creado... Somos responsables unos de otros, y hemos de dar cuenta de ello el día que también nosotros lleguemos al final de la carrera...

 "El Dios de los dioses, el Señor, habla:
convoca la tierra de oriente a occidente.
«No te reprocho tus sacrificios,
pues siempre están tus holocaustos ante mí. 

 ¿Por qué recitas mis preceptos,
y tienes siempre en la boca mi alianza,
tú que detestas mi enseñanza
y te echas a la espalda mis mandatos? 

Te sientas a hablar contra tu hermano,
deshonras al hijo de tu madre;
Esto haces, ¿y me voy a callar?
¿Crees que soy como tú?
Te acusaré, te lo echaré en cara»" (Salmo 49)...


Trayendo hasta la presencia de Dios en el recuerdo, a los enfermos del blog... a todos, uno a uno... también sus familias... miremos, como cada día, al cielo, y levantemos el corazón suplicantes, confiados, insistentes, perseverantes... que la intercesión del Beato Tito, nos alcance la bendición de Dios y se cumplan nuestros deseos... que sanen de la enfermedad nuestros enfermos, y sean testigos de la fuerza poderosa de la fe, y nos decidamos todos a vivir de la gracia, unidos al Señor, al susurro de su palabra, que nos ilumina y nos fortalece...
"confiando en el Señor, no me he desviado"...

Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria