miércoles, 10 de mayo de 2017

Dios es nuestro Padre...


Oración escrita por el Beato Tito Brandsma el 12-13 de febrero de 1942 
delante de una estampa de Jesús, en la cárcel de Scheveningen.

Cuando te miro, buen Jesús, advierto
en ti el amor del más querido amigo,
y siento que, al amarte yo, consigo
el mayor galardón, el bien más cierto.

Este amor tuyo -bien lo sé- produce
sufrimiento y exige gran coraje;
mas a tu gloria, en este duro viaje,
sólo el camino del dolor conduce.

Feliz en el dolor mi alma se siente:
la Cruz es mi alegría, no mi pena;
es gracia tuya que mi vida llena
y me une a ti, Señor, estrechamente.

Si quieres añadir nuevos dolores
a este viejo dolor que me tortura,
fina muestra serán de tu ternura,
porque a ti me asemejen redentores.

Déjame, mi Señor, en este frío
y en esta soledad, que no me aterra:
a nadie necesito ya en la tierra
en tanto que Tú estés al lado mío.

¡Quédate, mi Jesús! Que, en mi desgracia,
jamás el corazón llore tu ausencia:
¡que todo lo hace fácil tu presencia
y todo lo embelleces con tu gracia!


Invocando al Espíritu Santo y haciendo parada cada día, en cada uno de sus dones, con los que Dios se revela al hombre y le enriquece, alcanzamos hoy "la perla preciosa" del don de Piedad... no está el secreto de esta gracia -don- en saber y gustar quién es Dios para el hombre, sino en gustar y sentir quiénes somos cada uno para Dios...

Abrir los ojos y ver a Dios derramado en sus criaturas, hasta encontrarnos personalmente con Él y descubrir el vínculo profundo que a Él nos une, provoca en nosotros la conciencia de hijos amados que nos permite situar el corazón en la paz... no sin percibir el asombro y la alabanza ante tanta grandeza...

De esta paz, va a brotar lógicamente la confianza... que es el la flor de la fe y la respuesta agradecida al amor gratuito de Dios... ¡¡Qué bonito lo expresó el salmista cuando abierto al misterio, sin capacidad de abordarlo, exclamo humildemente!!

"Señor, mi corazón no es ambicioso,
ni mis ojos altaneros...
no pretendo grandezas que superan mi capacidad,
sino que acallo y modero mis deseos,
como un niño en brazos de su madre...
espera Israel en el Señor, ahora y siempre".

Desde estas "Manos Grandes" no tenemos nada que temer... su Voluntad nos mantiene y nos sostiene... somos conducidos por el amor y somos amados durante todo el camino... 
¡¡Dios sólo sabe amar!!!


Podemos entonces pedir con confianza... pero acertamos a pedir, si dejamos que sea el Espíritu, unido a nuestro espíritu, quien clame al Padre... así germina la gracia en el alma y el hijo de Dios acierta en el camino de la vida, que no es ninguna trampa que nos va recortando las alas, sino la gracia de las gracias que nos conduce al corazón mismo de Dios...

Recordemos como todos los días a nuestros enfermos, uno a uno... y poniendo nuestras súplicas al calor de la intercesión del Beato Tito, pidamos con confianza todos los dones del espíritu para cada uno de ellos y sus familias. Para que la enfermedad sea un cauce de acercamiento a la gracia de Dios y su Voluntad les abra caminos de consuelo y fortaleza.


Beato Tito, ruega por nosotros...

Señor Dios nuestro amante de la vida y de la libertad, que guiaste a tu siervo Tito a través de la noche oscura del sufrimiento, concediéndole una constancia invicta en las persecuciones. Te doy gracias por haber glorificado en la iglesia a tu humilde siervo el Beato Tito Brandsma; haz que su ejemplo suscite en muchas almas, renovadas interiormente por la fuerza de tu Espíritu, el compromiso de trabajar por la defensa de la Verdad, rehusando a todo compromiso con el error, y así lograr la verdadera libertad de los hijos de Dios. Concédenos la gracia de su canonización y el favor que te pedimos por su intercesión. Amen.

Padrenuestro – Ave María – Gloria …